Llegada a Forks.
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Llegada a Forks.
La última vez que había pisado un pueblo había sido hacía ya varios días atrás, pero sinceramente, aquel pueblecito en el que ahora me encontraba parecía mucho más habitado que el anterior.
Tras observarlo detenidamente, me recoloqué la mochila que llevaba a la espalda, y comencé a caminar por entre las calles, disfrutando de aquel aire fresco que corría en aquel momento.
" Supongo que tendré que buscar un buen hotel para pasar la noche " comencé a pensar a medida que caminaba y miraba por todos los lados.
- Genial, un pueblucho tan pequeño y estoy más perdido... -susurré algo molesto por aquello.
Esperaba que en menos de una hora encontrase algo, porque si no, ya me veía desesperado.
Tras observarlo detenidamente, me recoloqué la mochila que llevaba a la espalda, y comencé a caminar por entre las calles, disfrutando de aquel aire fresco que corría en aquel momento.
" Supongo que tendré que buscar un buen hotel para pasar la noche " comencé a pensar a medida que caminaba y miraba por todos los lados.
- Genial, un pueblucho tan pequeño y estoy más perdido... -susurré algo molesto por aquello.
Esperaba que en menos de una hora encontrase algo, porque si no, ya me veía desesperado.
Oliver Sykes- Cantidad de envíos : 39
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Re: Llegada a Forks.
Hacía poco tiempo que había regresado de mi viaje a Las Vegas con Mary Kate, y aun podía sentir el aire cortando mi rostro a 300 km/h. Eso era lo bueno de tener una amiga vampira, de otra manera nadie habría consentido que yo viajara de semejante manera. Aunque pensandolo bien, tampoco había nadie como para impedírmelo.
Como fuera, ahora debía volver a desplazarme caminando y no me parecía que tuviera demasiado encanto. No como ir en un coche a punto de salirte volando por el parabrisas. Un susurro me devolvió a la tierra, el hecho de pasar tiempo con vampiros te ayudaba a agudizar el oído. El susurro venía de un joven, que no me costó identificar como nuevo. Me pregunté que pecados habría cometido como para venir a parar a este infierno.
-Pues si sigues para allá está la plaza central. -respondí abiertamente, mientras caminaba detrás de él. Recien ahora me había dado cuenta de que tenía una persona delante.
Como fuera, ahora debía volver a desplazarme caminando y no me parecía que tuviera demasiado encanto. No como ir en un coche a punto de salirte volando por el parabrisas. Un susurro me devolvió a la tierra, el hecho de pasar tiempo con vampiros te ayudaba a agudizar el oído. El susurro venía de un joven, que no me costó identificar como nuevo. Me pregunté que pecados habría cometido como para venir a parar a este infierno.
-Pues si sigues para allá está la plaza central. -respondí abiertamente, mientras caminaba detrás de él. Recien ahora me había dado cuenta de que tenía una persona delante.
Soria True- :☆Gato☆Curioso☆:
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Re: Llegada a Forks.
Todo sucedió de manera extraña, pues despues de susurrar aquello, alguien a mis espaldas me respondió.
No soy, para nada, un supersticioso, pero aquello no me había dado demasiado buen rollo.
Con cierta rapidez, me giré y pude observar a la joven que me había hablado. Una chica de melena rubia, muy rubia y de una tez blanquecina. A decir verdad... no me extrañó demasiado pues, había oído que Forks no era un sitio en el que el sol reinase con plenitud.
- Mmm... - dejé escapar a la vez que mi mirada se dirigía hacia donde la chica me había señalado- Está bien -aclaré algo agradecido, esta vez volteando la mirada hacia ella de nuevo.
Mientras le agradecía el hecho de que me hubiese ayudado a guiarme en aquel sitio, notaba como la joven ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia, eso me hizo pensar que quizás las presentaciones sobraban.
- En fin... gracias, supongo que si no hubieses aparecido estaría aún dando vueltas y vueltas y... -comencé a decir antes de callarme. No deseaba resultar molesto.
No soy, para nada, un supersticioso, pero aquello no me había dado demasiado buen rollo.
Con cierta rapidez, me giré y pude observar a la joven que me había hablado. Una chica de melena rubia, muy rubia y de una tez blanquecina. A decir verdad... no me extrañó demasiado pues, había oído que Forks no era un sitio en el que el sol reinase con plenitud.
- Mmm... - dejé escapar a la vez que mi mirada se dirigía hacia donde la chica me había señalado- Está bien -aclaré algo agradecido, esta vez volteando la mirada hacia ella de nuevo.
Mientras le agradecía el hecho de que me hubiese ayudado a guiarme en aquel sitio, notaba como la joven ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia, eso me hizo pensar que quizás las presentaciones sobraban.
- En fin... gracias, supongo que si no hubieses aparecido estaría aún dando vueltas y vueltas y... -comencé a decir antes de callarme. No deseaba resultar molesto.
Oliver Sykes- Cantidad de envíos : 39
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Re: Llegada a Forks.
Cuando el muchacho me vio, pareció reaccionar como si hubiera visto un fantasma en lugar de una chica. Ahora que lo pensaba, quisiera ser un fantasma... aunque en la realidad, no me faltaba demasiado para parecer un muerto en vida.
Pero la impresión pareció marcharsele pronto, o al menos lo disimulaba bien. Parecía agradecido de que le hubiera ayudado con la dirección. Estaba bien, mientras no me preguntara los nombres de las calles podría ayudarle.
-No me agradescas. Si no hubiera oído tu vos seguiría sumida en mis pensamientos y probablemente me habría atropellado un auto...aunque no hay mucho tráfico por aquí. -comenté con simplesa mientras seguía caminando. Al parecer ambo íbamos en la misma dirección por lo que no me importó demasiado seguirle el paso y talvez una charla.
-No eres de Forks. -esa no fue una pregunta, sino una afirmación. - ¿De donde eres? Por cierto, yo soy Soria. -me presenté.
Pero la impresión pareció marcharsele pronto, o al menos lo disimulaba bien. Parecía agradecido de que le hubiera ayudado con la dirección. Estaba bien, mientras no me preguntara los nombres de las calles podría ayudarle.
-No me agradescas. Si no hubiera oído tu vos seguiría sumida en mis pensamientos y probablemente me habría atropellado un auto...aunque no hay mucho tráfico por aquí. -comenté con simplesa mientras seguía caminando. Al parecer ambo íbamos en la misma dirección por lo que no me importó demasiado seguirle el paso y talvez una charla.
-No eres de Forks. -esa no fue una pregunta, sino una afirmación. - ¿De donde eres? Por cierto, yo soy Soria. -me presenté.
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Re: Llegada a Forks.
Parecía que la chica iba en la misma dirección que la mía, pues, cuando comencé a caminar, noté como ella tambien tomaba el mismo camino.
Durante todos aquellos segundos en los que ella se encontraba hablando, yo me había mantenido callado, escuchando cada palabra que salía por su boca.
No es que me interesase demasiado el saber de otras personas, pero sí era cierto que aún mantenía algo de educación sacada de a saber dónde.
En el momento en el que la joven rubia terminó, mi cuerpo se tensó un poco ante su presentación. Eso significaría que, para mi desgracia, tenía que presentarme yo tambien aunque eso de las presentaciones no me gustase, en absoluto.
- Ehm... -volví a dejar escapar. No entendía porqué tenía que pensarme tanto las cosas antes de decirlas.
¿Tenía miedo a el qué pensasen de mí?. Esperaba que no fuese así, porque si no, me consideraría una persona bastante débil.
- No, no soy de aquí. Soy Oliver -contesté sin mirarla pues mi mirada estaba demasiado entretenida con el suelo, en concreto, con una de las piedras con las que andaba jugando a empujar con el pie una y otra vez.
Bueno. Creo que tras mi presentación era hora de contestar y decirle de dónde provenía.
Quería hacerme el loco y fingir que no la había oído, pero... sin duda aquello sería demasiado grosero.
- Nací en Canadá -le comenté antes de recolocarme el gorro que, en aquellos momentos, se estaba intentando soltar de mi cabeza- Pero de todos modos... llevo mucho tiempo recorriendo América -aclaré, esta vez, mirándole por fín.
El recordar que mi familia ya no existía para mí, aunque intentase olvidarlo, me resultaba doloroso.
Durante todos aquellos segundos en los que ella se encontraba hablando, yo me había mantenido callado, escuchando cada palabra que salía por su boca.
No es que me interesase demasiado el saber de otras personas, pero sí era cierto que aún mantenía algo de educación sacada de a saber dónde.
En el momento en el que la joven rubia terminó, mi cuerpo se tensó un poco ante su presentación. Eso significaría que, para mi desgracia, tenía que presentarme yo tambien aunque eso de las presentaciones no me gustase, en absoluto.
- Ehm... -volví a dejar escapar. No entendía porqué tenía que pensarme tanto las cosas antes de decirlas.
¿Tenía miedo a el qué pensasen de mí?. Esperaba que no fuese así, porque si no, me consideraría una persona bastante débil.
- No, no soy de aquí. Soy Oliver -contesté sin mirarla pues mi mirada estaba demasiado entretenida con el suelo, en concreto, con una de las piedras con las que andaba jugando a empujar con el pie una y otra vez.
Bueno. Creo que tras mi presentación era hora de contestar y decirle de dónde provenía.
Quería hacerme el loco y fingir que no la había oído, pero... sin duda aquello sería demasiado grosero.
- Nací en Canadá -le comenté antes de recolocarme el gorro que, en aquellos momentos, se estaba intentando soltar de mi cabeza- Pero de todos modos... llevo mucho tiempo recorriendo América -aclaré, esta vez, mirándole por fín.
El recordar que mi familia ya no existía para mí, aunque intentase olvidarlo, me resultaba doloroso.
Oliver Sykes- Cantidad de envíos : 39
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Re: Llegada a Forks.
De alguna manera pude persivir en él que era una persona algo reservada, o cuando menos callada. Eso me agradaba, al menos era una persona razonable y no otra de esas personas idiotas que preferían decir lo que fuese con tal de no quedarse callados.
Me quedé en silencio por un momento, algo nerviosa mirando mis pies mientras caminaba. ¿Acaso habría hablado demasiado? No me parecía que fuera tanto, y ya no recordaba las palabras exactas que había vocalizado, pero no me parecía que fuera...tanto. Temía incomodar, no estaba acostumbrada a tener charlas desde hacía un tiempo, y ya no sabía ni como llevarlas a cabo.
Alcanzé a oir que su nombre era Oliver y que no era de aquí. El nombre me agradaba, y supuse que era obvio que no era de aquí pues no estaba pálido como un fantasma. Aunque por otro lado yo no era precisamente de aquí y aun así parecía un muerto. Pero ya me preocuparía por eso cuando mi piel tomara una tonalidad verdosa.
-Yo nací en Seattle. -comenté algo desganada, pues el me había dado información suya y yo le pagaba con la misma moneda. De repente se me ocurrió algo. No creí que fuera posible, pero talvez sí podría ser. Igualmente, era algo improbable el que Oliver hubiese visto a algún vampiro por aquí.
-Por casualidad no viste a nadie...extraño por aquí, ¿Verdad? -no estaba muy segura de si me estaba expresando bien, para ser exactos mi descripción había sido extremadamente pobre. Al alzar la mirada noté que el había vuelto a mirarme, y le seguí mirando, mas que nada esperando su respuesta.
Me quedé en silencio por un momento, algo nerviosa mirando mis pies mientras caminaba. ¿Acaso habría hablado demasiado? No me parecía que fuera tanto, y ya no recordaba las palabras exactas que había vocalizado, pero no me parecía que fuera...tanto. Temía incomodar, no estaba acostumbrada a tener charlas desde hacía un tiempo, y ya no sabía ni como llevarlas a cabo.
Alcanzé a oir que su nombre era Oliver y que no era de aquí. El nombre me agradaba, y supuse que era obvio que no era de aquí pues no estaba pálido como un fantasma. Aunque por otro lado yo no era precisamente de aquí y aun así parecía un muerto. Pero ya me preocuparía por eso cuando mi piel tomara una tonalidad verdosa.
-Yo nací en Seattle. -comenté algo desganada, pues el me había dado información suya y yo le pagaba con la misma moneda. De repente se me ocurrió algo. No creí que fuera posible, pero talvez sí podría ser. Igualmente, era algo improbable el que Oliver hubiese visto a algún vampiro por aquí.
-Por casualidad no viste a nadie...extraño por aquí, ¿Verdad? -no estaba muy segura de si me estaba expresando bien, para ser exactos mi descripción había sido extremadamente pobre. Al alzar la mirada noté que el había vuelto a mirarme, y le seguí mirando, mas que nada esperando su respuesta.
Soria True- :☆Gato☆Curioso☆:
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Re: Llegada a Forks.
Seattle.
Había pasado hacía poco por aquel lugar y realmente comprendí, supongo, el motivo de porqué no le gustaba demasiado aquel lugar porque sinceramente a mi tampoco me había agradado demasiado.
Fue en ese mismo momento cuando la chica se dirigió hacia mí, esta vez, comentandome sobre sí había logrado ver algo extraño en aquel lugar.
¿Algo extraño?, ¿a qué se refería con eso?.
Bien era cierto que desde mi llegada a Forks, la incomodidad recorría mi cuerpo y mis nervios me hacían mantenerme bastante a la defensiva.
No sabía cual era el motivo que me hacía ponerme así, pero supongo que tenía que ver con aquellas palabras de la joven. De igual modo, me hice el tonto aunque me interesase bastante saberlo.
- ¿Alguien extraño? -pregunté antes de dejar ver, por primera vez, una ligera sonrisa. Dando a entender que aquello me había hecho gracia.
- Pues... por el momento no. Creo que el único personaje extraño que hay en estos momentos aquí, soy yo -me burlé de mi mismo, esta vez, con la misma indiferencia de siempre.
Mientras hablaba, mis piernas aún seguían en movimiento, pero pronto se detuvieron cuando una serie de pensamientos recorrieron mi mente.
Coloqué mi mano en la barbilla, y tras golpear tres veces en ella con uno de mis dedos, miré a la chica de nuevo.
- ¿Sabes?, aunque no haya notado... "algo extraño" -contesté con cierta burla de nuevo- Sí es cierto que este sitio hace que se me pongan los pelos de punta -añadí antes de encojerme de hombros- Supongo que es por la falta de sol. Esas nubes negras en el cielo no me gustan en absoluto -
Tras decir aquello, me sorprendí, pues nunca había hablado tanto con una desconocida. Supongo que era porque el caracter de ella no me molestaba lo bastante como para hacerle invisible a mis ojos.
Había pasado hacía poco por aquel lugar y realmente comprendí, supongo, el motivo de porqué no le gustaba demasiado aquel lugar porque sinceramente a mi tampoco me había agradado demasiado.
Fue en ese mismo momento cuando la chica se dirigió hacia mí, esta vez, comentandome sobre sí había logrado ver algo extraño en aquel lugar.
¿Algo extraño?, ¿a qué se refería con eso?.
Bien era cierto que desde mi llegada a Forks, la incomodidad recorría mi cuerpo y mis nervios me hacían mantenerme bastante a la defensiva.
No sabía cual era el motivo que me hacía ponerme así, pero supongo que tenía que ver con aquellas palabras de la joven. De igual modo, me hice el tonto aunque me interesase bastante saberlo.
- ¿Alguien extraño? -pregunté antes de dejar ver, por primera vez, una ligera sonrisa. Dando a entender que aquello me había hecho gracia.
- Pues... por el momento no. Creo que el único personaje extraño que hay en estos momentos aquí, soy yo -me burlé de mi mismo, esta vez, con la misma indiferencia de siempre.
Mientras hablaba, mis piernas aún seguían en movimiento, pero pronto se detuvieron cuando una serie de pensamientos recorrieron mi mente.
Coloqué mi mano en la barbilla, y tras golpear tres veces en ella con uno de mis dedos, miré a la chica de nuevo.
- ¿Sabes?, aunque no haya notado... "algo extraño" -contesté con cierta burla de nuevo- Sí es cierto que este sitio hace que se me pongan los pelos de punta -añadí antes de encojerme de hombros- Supongo que es por la falta de sol. Esas nubes negras en el cielo no me gustan en absoluto -
Tras decir aquello, me sorprendí, pues nunca había hablado tanto con una desconocida. Supongo que era porque el caracter de ella no me molestaba lo bastante como para hacerle invisible a mis ojos.
Oliver Sykes- Cantidad de envíos : 39
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Re: Llegada a Forks.
Me quedé muy al pendiente de los gestos de Oliver por si intentaba mentirme o algo por el estilo. Al principio pareció un poco desconcertado, pero luego sus ojos reflejaron que en su mente las cosas comenzaban a tener un poco de sentido, como si se trataran de las piezas de un rompecabezas.
Sin embargo respondió con una broma sobre sí mismo...bueno, yo habría hecho exactamente lo mismo, asique no podía recriminarle nada (mentalmente claro, pues no me habría atrevido a llevarle la contraria). Talvez fue por eso que una pequeña sonrisa asomó en mi rostro, pero solo por un momento. En cierta forma nos parecíamos un poco.
Todo siguió con normalidad, seguimos caminando y creí que dábamos el tema por concluido, pero de repente Oliver dejó de caminar y yo hice lo mismo. Al parecer, había enganchado otra pieza en el rompecabezas, y esta vez lo había hecho bien. Al parecer estaba parada al lado de una persona muy perseptiva, pues a pesar de no conocer los peligrosos seres que acechaban Forks, se había dado cuenta de la prescencia de ello. A mí tambien me había ocurrido algo similar, pero yo había encontrado directamente a los "seres extraños" aunque en un principio no sabía que eran con exactitud.
-Ya veo que lo notaste. -dije con cierta satisfacción. Lo mas probable era que él terminaría descubriendo todo lo de vampiros, siendo tan perceptivo. Sin embargo, temía que se encontrara con uno y no viviera para contarlo. Era un miedo extraño y muy repentino. -Pero no se debe al clima. Es por lo que hay aquí.-dije de repente, aunque pronto me arrepentí de no censurar la última parte.
Aun seguíamos parados en medio de una vereda, sin avanzar nada.
Sin embargo respondió con una broma sobre sí mismo...bueno, yo habría hecho exactamente lo mismo, asique no podía recriminarle nada (mentalmente claro, pues no me habría atrevido a llevarle la contraria). Talvez fue por eso que una pequeña sonrisa asomó en mi rostro, pero solo por un momento. En cierta forma nos parecíamos un poco.
Todo siguió con normalidad, seguimos caminando y creí que dábamos el tema por concluido, pero de repente Oliver dejó de caminar y yo hice lo mismo. Al parecer, había enganchado otra pieza en el rompecabezas, y esta vez lo había hecho bien. Al parecer estaba parada al lado de una persona muy perseptiva, pues a pesar de no conocer los peligrosos seres que acechaban Forks, se había dado cuenta de la prescencia de ello. A mí tambien me había ocurrido algo similar, pero yo había encontrado directamente a los "seres extraños" aunque en un principio no sabía que eran con exactitud.
-Ya veo que lo notaste. -dije con cierta satisfacción. Lo mas probable era que él terminaría descubriendo todo lo de vampiros, siendo tan perceptivo. Sin embargo, temía que se encontrara con uno y no viviera para contarlo. Era un miedo extraño y muy repentino. -Pero no se debe al clima. Es por lo que hay aquí.-dije de repente, aunque pronto me arrepentí de no censurar la última parte.
Aun seguíamos parados en medio de una vereda, sin avanzar nada.
Soria True- :☆Gato☆Curioso☆:
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Re: Llegada a Forks.
Las palabras de Soria hicieron que, por unos instantes, mis ojos se abriesen debido a la sorpresa de ellas.
¿Qué pretendía diciéndome con aquello?, ¿Intentaba asustarme?, porque si era éso lo que quería, de seguro estaba consiguiéndolo poco a poco.
- ¿Lo que hay aquí? -pregunté, dejando escapar por primera vez un ligero sonido de risa nerviosa- ¿Qué hay aquí, eh? -pregunté de nuevo, intentando tomarme aquello como un momento de broma.
Tras preguntarle y mirarle fijamente a los ojos, los cuales no parecían bromear, más bien parecían preocupados por lo que acababa de decir, comencé a girar sobre mí mismo, mirando hacia todos los alrededores del centro de la aldea.
- Siento decirte que yo aquí no veo nada -aclaré con seriedad, volviendo a posar mi mirada en la de ella.
No quería aceptarlo, pero aunque intentase ver el lado real de aquella situación, algo en mi interior me decía que acababa de meterme en un gran lío sin nisiquiera buscármelo.
Resoplé y llevé mis manos a la cara, intentando relajarme un poco pues mi cuerpo estaba reaccionando debido al ligero miedo que tenía.
Ya estaba. Aquella joven había conseguido que me pasase todo el día dándole vueltas a aquel asunto.
Aparté las manos de mi rostro y miré al cielo durante unos segundos antes de mirarle a ella.
- Me considero un hombre poco interesado, lo admito -le comenté intentando sonar firme- Tambien es cierto que todo lo que le ocurra a otros me da exactamente igual con tal de que no me afecte a mí pero... creo que el pisar éste lugar ha hecho que me haya sentenciado a mi mismo -
No sabía porqué, pero mientras hablaba, no podía evitar pensar en el secreto que escondía aquel pueblo.
- Quizás fuese buena idea correr, correr lejos y no volver a este sitio jamás pero... tú, Soria, me has abierto el interés -añadí negando con la cabeza y volviendo a ponerme en marcha moviendo las piernas- Sí... has abierto mi interés -repetí de nuevo.
¿Qué pretendía diciéndome con aquello?, ¿Intentaba asustarme?, porque si era éso lo que quería, de seguro estaba consiguiéndolo poco a poco.
- ¿Lo que hay aquí? -pregunté, dejando escapar por primera vez un ligero sonido de risa nerviosa- ¿Qué hay aquí, eh? -pregunté de nuevo, intentando tomarme aquello como un momento de broma.
Tras preguntarle y mirarle fijamente a los ojos, los cuales no parecían bromear, más bien parecían preocupados por lo que acababa de decir, comencé a girar sobre mí mismo, mirando hacia todos los alrededores del centro de la aldea.
- Siento decirte que yo aquí no veo nada -aclaré con seriedad, volviendo a posar mi mirada en la de ella.
No quería aceptarlo, pero aunque intentase ver el lado real de aquella situación, algo en mi interior me decía que acababa de meterme en un gran lío sin nisiquiera buscármelo.
Resoplé y llevé mis manos a la cara, intentando relajarme un poco pues mi cuerpo estaba reaccionando debido al ligero miedo que tenía.
Ya estaba. Aquella joven había conseguido que me pasase todo el día dándole vueltas a aquel asunto.
Aparté las manos de mi rostro y miré al cielo durante unos segundos antes de mirarle a ella.
- Me considero un hombre poco interesado, lo admito -le comenté intentando sonar firme- Tambien es cierto que todo lo que le ocurra a otros me da exactamente igual con tal de que no me afecte a mí pero... creo que el pisar éste lugar ha hecho que me haya sentenciado a mi mismo -
No sabía porqué, pero mientras hablaba, no podía evitar pensar en el secreto que escondía aquel pueblo.
- Quizás fuese buena idea correr, correr lejos y no volver a este sitio jamás pero... tú, Soria, me has abierto el interés -añadí negando con la cabeza y volviendo a ponerme en marcha moviendo las piernas- Sí... has abierto mi interés -repetí de nuevo.
Oliver Sykes- Cantidad de envíos : 39
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Re: Llegada a Forks.
Rayos, en verdad era muy perceptivo. Aunque tampoco se necesitaba ser extremadamente perceptivo para darse cuenta de que había metido la pata con mi último comentario. Hay tonta Soria... Si Mary Kate se enteraba de mis meteduras de pata estaría en un gran problema. Pero... ¿Qué me podría pasar? No le temía a Mary Kate, y ya ni siquiera le temía a los Vulturi. De hecho, si ellos llegaran a enterarse de que conocía "el secreto", mandarían a Mary Kate para que me convirtiera y el mundo acabaría siendo un lugar mejor. Al menos para mí.
Aunque no habría nada en él.
Como se estaba haciendo costumbre, la voz de Oliver me trajo de vuelta a La Tierra.
-Aquí... -musité, para luego quedarme callada sorprendida. Oliver parecía algo nervioso, y el nerviosismo era una emoción que se me transmitía con suma facilidad. Lo observaba con enormes ojos preocupados, y creo que se percató de ello porque su postura cambió un poco. Ahora estaba muy serio. Me hubiera gustado gritarle la verdad, pero no podía hacerlo. Me tomaría por loca. Mejor que lo descubriera él mismo... ¿Verdad?
Tenía razón en lo que dijo luego de calmarse un poco. Se había sentenciado a sí mismo...
-No deberías estar aquí, es un gran error. Deberías irte. -le advertí bastante preocupada. Guardaba la esperanza de que me diera la razón, se diera media vuelta y se marchara a cualquier lugar del mundo, pero en lugar de eso dijo que terminé despertando su interés.
-¿Entonces te quedarás aquí? -pregunté horrorizada. Se quedaría, no habría dudas, y sería mi culpa. Mi pura y exclusiva culpa. El quería saber la verdad, rayos en verdad nos parecíamos. - ¿No hay nada que te pueda hacer cambiar de opinión? -pregunté con pocas esperanzas mientras le seguía el paso apresuradamente.
Aunque no habría nada en él.
Como se estaba haciendo costumbre, la voz de Oliver me trajo de vuelta a La Tierra.
-Aquí... -musité, para luego quedarme callada sorprendida. Oliver parecía algo nervioso, y el nerviosismo era una emoción que se me transmitía con suma facilidad. Lo observaba con enormes ojos preocupados, y creo que se percató de ello porque su postura cambió un poco. Ahora estaba muy serio. Me hubiera gustado gritarle la verdad, pero no podía hacerlo. Me tomaría por loca. Mejor que lo descubriera él mismo... ¿Verdad?
Tenía razón en lo que dijo luego de calmarse un poco. Se había sentenciado a sí mismo...
-No deberías estar aquí, es un gran error. Deberías irte. -le advertí bastante preocupada. Guardaba la esperanza de que me diera la razón, se diera media vuelta y se marchara a cualquier lugar del mundo, pero en lugar de eso dijo que terminé despertando su interés.
-¿Entonces te quedarás aquí? -pregunté horrorizada. Se quedaría, no habría dudas, y sería mi culpa. Mi pura y exclusiva culpa. El quería saber la verdad, rayos en verdad nos parecíamos. - ¿No hay nada que te pueda hacer cambiar de opinión? -pregunté con pocas esperanzas mientras le seguía el paso apresuradamente.
Soria True- :☆Gato☆Curioso☆:
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Re: Llegada a Forks.
Desde que la chica había sacado aquel tema, mi cuerpo sentía como si un fuerte subidón de adrenalina estuviese recorriéndolo. Y es que nunca me había sentido así desde que tenía 7 ò 8 años, cuando deseaba saber qué escondían mis abuelos en su desván.
A medida que caminaba, notaba como Soria, la joven rubia, me seguía a paso rápido. Al parecer su voz sonaba horrorizada, lo que me hizo pensar que el secreto que se escondía en aquel sitio tenía que ser realmente grande, ¿qué digo?, grande no, enorme.
Mi mente estaba empezando a intentar encajar muchas de las piezas que me faltaban para que, de repente, escuchase las últimas palabras de la chica.
- ¿Mmm? -dejé escapar, como era habitual, antes de contestar- ¿Irme de aquí? -pregunté antes de negar con la cabeza y volver a reecolocarme por segunda vez mi gorro.
No entendía la reacción de la chica. ¿Tan importante era aquel secreto o... tan peligroso?
Desvié la mirada al suelo y tras agarrar un pequeño guijarro azulado de él, volteé la mirada a la chica de nuevo.
- No pienso irme, acabo de llegar -contesté volviendo a dejar ver una ligera sonrisa, casi inexistente.
- Además... -comencé a decir de nuevo a la vez que mi mirada se dirigía al guijarro, el cual brillaba ligeramente cuando lo movías de un lado a otro- Yo tambien quiero conocer ese secreto que tanto protejes - añadí, esta vez, con seriedad y cierto tono de frialdad en mi voz.
No quería comportarme de manera grosera con ella, pues realmente la chica había logrado agradarme. Pero tambien era cierto que no soportaba a la gente qué intentaba hacerme cambiar de ideas.
Mis ideas eran fijas, yo era fijo.
- De seguro lo encontraré pronto, confío en mis habilidades -añadí orgulloso de mí mismo. Me consideraba un joven inteligente.
- Por cierto... no deberías preocuparte por un desconocido -añadí refiriendome a mí mismo ante la insistencia de la chica porque me marchase del lugar.
- Piensa que yo posiblemente no me hubiese preocupado por tí -
Fué lo último que contesté antes de agarrar con fuerza el pequeño guijarro azul y estirar la mano hacia ella para entregárselo, intentando así tambien, cambiar de tema.
- ¿Has visto?, es una piedra extrañisima. Nunca había visto una de éste tipo -
A medida que caminaba, notaba como Soria, la joven rubia, me seguía a paso rápido. Al parecer su voz sonaba horrorizada, lo que me hizo pensar que el secreto que se escondía en aquel sitio tenía que ser realmente grande, ¿qué digo?, grande no, enorme.
Mi mente estaba empezando a intentar encajar muchas de las piezas que me faltaban para que, de repente, escuchase las últimas palabras de la chica.
- ¿Mmm? -dejé escapar, como era habitual, antes de contestar- ¿Irme de aquí? -pregunté antes de negar con la cabeza y volver a reecolocarme por segunda vez mi gorro.
No entendía la reacción de la chica. ¿Tan importante era aquel secreto o... tan peligroso?
Desvié la mirada al suelo y tras agarrar un pequeño guijarro azulado de él, volteé la mirada a la chica de nuevo.
- No pienso irme, acabo de llegar -contesté volviendo a dejar ver una ligera sonrisa, casi inexistente.
- Además... -comencé a decir de nuevo a la vez que mi mirada se dirigía al guijarro, el cual brillaba ligeramente cuando lo movías de un lado a otro- Yo tambien quiero conocer ese secreto que tanto protejes - añadí, esta vez, con seriedad y cierto tono de frialdad en mi voz.
No quería comportarme de manera grosera con ella, pues realmente la chica había logrado agradarme. Pero tambien era cierto que no soportaba a la gente qué intentaba hacerme cambiar de ideas.
Mis ideas eran fijas, yo era fijo.
- De seguro lo encontraré pronto, confío en mis habilidades -añadí orgulloso de mí mismo. Me consideraba un joven inteligente.
- Por cierto... no deberías preocuparte por un desconocido -añadí refiriendome a mí mismo ante la insistencia de la chica porque me marchase del lugar.
- Piensa que yo posiblemente no me hubiese preocupado por tí -
Fué lo último que contesté antes de agarrar con fuerza el pequeño guijarro azul y estirar la mano hacia ella para entregárselo, intentando así tambien, cambiar de tema.
- ¿Has visto?, es una piedra extrañisima. Nunca había visto una de éste tipo -
Oliver Sykes- Cantidad de envíos : 39
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Re: Llegada a Forks.
Estaba perdida, o mejor dicho, él estaba perdido. Parecía estar decidido a descubrir lo que fuera que se escondiera tras la fachada de pueblecito de Forks, y cada uno de los intentos que yo hacía para que desistiera parecían convencerlo más y más de ello. De hecho, de seguro se estaría percatando de que el "secreto" de este lugar debía de ser bastante importante, por no decir peligroso.
Lo observé en silencio, tenía el presentimiento de que talvez se desencadenaría una especie de discución, pero en lugar de eso se agachó para recoger algo del suelo, algo que no alcanzé a ver y a lo que no le presté demasiada atención. Luego de eso, estaba más decidido y más serio. Inconcientemente retrocedí un paso a causa de que me atemorizaba de cierta forma, pero de todas formas no me percaté hasta pasados unos segundos.
-Probablemente. -murmuré en cuanto dijo que encontraría pronto la verdad. No me cabía ninguna duda de ello, era demasiado perceptivo como tantas veces pensé. Pero el último comentario fue el que peor me cayó, como si hubiera sido un baldaso de agua helada. Solo trataba de enmendar mi error de hablar de más, me sentía responsable de lo que llegara a ocurrirle por haberle abierto los ojos. Si hubiera estado en mi lugar talvez hubiera actuado como yo lo hice.
No me había parecido grosero de su parte ni me había ofendido, pero me sentía de alguna forma un tanto herida. Él me entregó una pequeña roca azulada, que supuse era lo que había recogido hacía unos momentos. Me parecía extrañamente familiar...
-Yo...sí vi una de estas. -dije de repente, mientras miraba el gijarro un tanto asustada. De repente recordé una salida con un grupo de vampiros a los que había considerado mis amigos. Habíamos ido a la playa y yo había encontrado una piedra muy similar a ella...luego recibí un importante corte en mi palma derecha, aunque no recordaba la forma en la que lo conseguí. De todas formas, había quedado una cicatriz. Esos vampiros... me habían avandonado. No quería recordarlos, el pasado no hacía más que traerme penas. Extendí la mano para entregarle el gijarro de nuevo.
-Toma...me trae malos recuerdos. -era consiente de que él buscaba cambiarme de tema, asique decidí no darme por eludida. -¿Y...si te dijera qué es lo que sucede en este lugar me creerías por loca? Es algo muy extraño, de verdad.
Lo observé en silencio, tenía el presentimiento de que talvez se desencadenaría una especie de discución, pero en lugar de eso se agachó para recoger algo del suelo, algo que no alcanzé a ver y a lo que no le presté demasiada atención. Luego de eso, estaba más decidido y más serio. Inconcientemente retrocedí un paso a causa de que me atemorizaba de cierta forma, pero de todas formas no me percaté hasta pasados unos segundos.
-Probablemente. -murmuré en cuanto dijo que encontraría pronto la verdad. No me cabía ninguna duda de ello, era demasiado perceptivo como tantas veces pensé. Pero el último comentario fue el que peor me cayó, como si hubiera sido un baldaso de agua helada. Solo trataba de enmendar mi error de hablar de más, me sentía responsable de lo que llegara a ocurrirle por haberle abierto los ojos. Si hubiera estado en mi lugar talvez hubiera actuado como yo lo hice.
No me había parecido grosero de su parte ni me había ofendido, pero me sentía de alguna forma un tanto herida. Él me entregó una pequeña roca azulada, que supuse era lo que había recogido hacía unos momentos. Me parecía extrañamente familiar...
-Yo...sí vi una de estas. -dije de repente, mientras miraba el gijarro un tanto asustada. De repente recordé una salida con un grupo de vampiros a los que había considerado mis amigos. Habíamos ido a la playa y yo había encontrado una piedra muy similar a ella...luego recibí un importante corte en mi palma derecha, aunque no recordaba la forma en la que lo conseguí. De todas formas, había quedado una cicatriz. Esos vampiros... me habían avandonado. No quería recordarlos, el pasado no hacía más que traerme penas. Extendí la mano para entregarle el gijarro de nuevo.
-Toma...me trae malos recuerdos. -era consiente de que él buscaba cambiarme de tema, asique decidí no darme por eludida. -¿Y...si te dijera qué es lo que sucede en este lugar me creerías por loca? Es algo muy extraño, de verdad.
Soria True- :☆Gato☆Curioso☆:
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Re: Llegada a Forks.
A medida que el tiempo pasaba, podía observar como la chica comenzaba a ponerse mucho más nerviosa, inestable.
No era quién para opinar sobre ella, pero por mi parte, veía a la joven totalmente aterrada.
Pasé mi mano por la nuca en acto tranquilizado antes de observar como la chica me devolvía la pequeña piedra azulada.
En un principio pensaba que no le gustaba o que quizás no aceptase regalos de desconocidos, pero entonces escuché su verdadero motivo. Sin pensármelo, agarré la piedra de nuevo y comencé a jugar con ella entre mis manos.
Quizás si tuviese suerte y compraba una cadena decente pudiese utilizarla de objeto decorativo para el cuello.
Tras salir de aquellos ligeros pensamientos, escuché de nuevo a la chica.
¿Estaría dispuesta a contarmelo?
- ¿Mmm? Si me lo cuentas tú... pierde la gracia -añadí antes de quedarme pensativo, abriendo la mano de nuevo para ver el pequeño guijarro.
- Pero, ¿sabes?, puedes decírmelo de todos modos. Te prometo que no te tomaré como una loca -aclaré mirándole fijamente de nuevo.
Quería saber aquello que la chica tanto ocultaba y, dijese lo que dijese, me lo creyese o no, me quedaría por aquel pueblo durante varios días pues... tenía miedo de que la chica me mintiese para ocultar el secreto.
No era quién para opinar sobre ella, pero por mi parte, veía a la joven totalmente aterrada.
Pasé mi mano por la nuca en acto tranquilizado antes de observar como la chica me devolvía la pequeña piedra azulada.
En un principio pensaba que no le gustaba o que quizás no aceptase regalos de desconocidos, pero entonces escuché su verdadero motivo. Sin pensármelo, agarré la piedra de nuevo y comencé a jugar con ella entre mis manos.
Quizás si tuviese suerte y compraba una cadena decente pudiese utilizarla de objeto decorativo para el cuello.
Tras salir de aquellos ligeros pensamientos, escuché de nuevo a la chica.
¿Estaría dispuesta a contarmelo?
- ¿Mmm? Si me lo cuentas tú... pierde la gracia -añadí antes de quedarme pensativo, abriendo la mano de nuevo para ver el pequeño guijarro.
- Pero, ¿sabes?, puedes decírmelo de todos modos. Te prometo que no te tomaré como una loca -aclaré mirándole fijamente de nuevo.
Quería saber aquello que la chica tanto ocultaba y, dijese lo que dijese, me lo creyese o no, me quedaría por aquel pueblo durante varios días pues... tenía miedo de que la chica me mintiese para ocultar el secreto.
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Re: Llegada a Forks.
Me tomó un tiempo, pero lo logré. Tuve que pensar en tantas tonterías como existen en el mundo, pero terminé bloqueando los recuerdos, y ya estaba como nueva. O bueno, casi.
Era evidente que los nervios me hacían decir y hacer cosas más que idiotas. ¿Cómo se me podía haber ocurrido eso de ofrecerme a contarle toda la verdad? Por más curioso y desesperado que estuviera el chico por saber la verdad, jamás me iría a creer. ¿Vampiros? Por favor, eso es lo que diría cualquier loca, y talvez yo no estubiera del todo cuerda eso lo admitía, pero de todas formas no me creerían ni media palabra. ¿Y qué pasaría con los vampiros? Si Mary Kate se enteraba de que yo llegaba a decirle toda la verdad sobre su especie...ya bastante mal estaba el que le hubiera contado todo hasta ahora. ¿Porqué no podía dejar al chico morir tranquilo? Porque estaba segura, alguien como él iba a morir a manos de vampiros.
-No... -dije meintras sacudía mi cabeza para aclarar mis ideas, hasta que finalmente me serené. -Creerías que estoy loca, además...será mas divertido que lo descubras tú. -contesté, con una pequeña sonrisa. La alegría no llegó a los ojos, por tanto no era una sonrisa muy auténtica que digamos. -Avísame cuando hayas descubierto algo...señor Holmes. -dije con cierta ironía. Ya...ya volvía a animarme, mientras seguía caminando.
Era evidente que los nervios me hacían decir y hacer cosas más que idiotas. ¿Cómo se me podía haber ocurrido eso de ofrecerme a contarle toda la verdad? Por más curioso y desesperado que estuviera el chico por saber la verdad, jamás me iría a creer. ¿Vampiros? Por favor, eso es lo que diría cualquier loca, y talvez yo no estubiera del todo cuerda eso lo admitía, pero de todas formas no me creerían ni media palabra. ¿Y qué pasaría con los vampiros? Si Mary Kate se enteraba de que yo llegaba a decirle toda la verdad sobre su especie...ya bastante mal estaba el que le hubiera contado todo hasta ahora. ¿Porqué no podía dejar al chico morir tranquilo? Porque estaba segura, alguien como él iba a morir a manos de vampiros.
-No... -dije meintras sacudía mi cabeza para aclarar mis ideas, hasta que finalmente me serené. -Creerías que estoy loca, además...será mas divertido que lo descubras tú. -contesté, con una pequeña sonrisa. La alegría no llegó a los ojos, por tanto no era una sonrisa muy auténtica que digamos. -Avísame cuando hayas descubierto algo...señor Holmes. -dije con cierta ironía. Ya...ya volvía a animarme, mientras seguía caminando.
Soria True- :☆Gato☆Curioso☆:
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Re: Llegada a Forks.
Lo supuse. Sabía perfectamente que la chica no estaría del lado de contarme todo lo que pasaba en aquel lugar.
Me hizo gracia, pero por un minuto pensaba que la chica me contaría toda la historia de aquel lugar. Supongo que me fié demasiado de ella...
Negué con la cabeza y tras guardar el pequeño guijarro en el bolsillo de mi pantalón, comencé a dirigirme hacia el hotel, mirando a la chica de reojo.
- ¿Sabes?, por un momento conseguiste engañarme pensando en qué me contarías todo -aclaré sin dejar de mirarle con firmeza.
- En todo caso... casi prefiero que no me lo hayas dicho -añadí sin dejar de mirarla, dedicándole en un final una ligera sonrisa.
- En cuanto descubra algo... espero volver a encontrarte por aquí para, por lo menos, preguntarte si voy por el buen camino o no -me burlé antes de rascarme la nariz.
Me abrigué un poco más con la sudadera que llevaba y volví a mirarla antes de empezar a caminar de espaldas para poder seguir mirándola.
- Ahms, por cierto, ha sido... interesante y divertido hablar contigo -añadí soltando una ligera risa.
Parecía que el frío estaba haciendo efecto en mi cuerpo.
Me hizo gracia, pero por un minuto pensaba que la chica me contaría toda la historia de aquel lugar. Supongo que me fié demasiado de ella...
Negué con la cabeza y tras guardar el pequeño guijarro en el bolsillo de mi pantalón, comencé a dirigirme hacia el hotel, mirando a la chica de reojo.
- ¿Sabes?, por un momento conseguiste engañarme pensando en qué me contarías todo -aclaré sin dejar de mirarle con firmeza.
- En todo caso... casi prefiero que no me lo hayas dicho -añadí sin dejar de mirarla, dedicándole en un final una ligera sonrisa.
- En cuanto descubra algo... espero volver a encontrarte por aquí para, por lo menos, preguntarte si voy por el buen camino o no -me burlé antes de rascarme la nariz.
Me abrigué un poco más con la sudadera que llevaba y volví a mirarla antes de empezar a caminar de espaldas para poder seguir mirándola.
- Ahms, por cierto, ha sido... interesante y divertido hablar contigo -añadí soltando una ligera risa.
Parecía que el frío estaba haciendo efecto en mi cuerpo.
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Re: Llegada a Forks.
El alivio se hizo presente en mi rostro, aunque no creo que él se haya percatado de ello pues iba caminando frente a mí. Por un momento creí que talvez se molestaría por negarme repentinamente a contarle el secreto, pero no había sido así: él seguía en paz (o al menos lo simulaba). De hecho, podría decir que de repente estaba más animado que hacía unos momentos, aunque no mucho porque él no parecía ser de ese tipo de reacciones. Me había llamado "engañosa" o algo por el estilo, pero eso no era nada.
-Claro, no creo que te tome demasiado tiempo. Además...siempre paso por aquí. -dije mientras le devolvía la leve sonrisa. Trataría de ocultárselo todo a Mary Kate entonces, o de lo contrario mi futuro se limitaría a ser alimento de vampiros. Teniendo en cuenta la perserverancia y la persepción del joven, estimaba que le tomaría alrededor de una semana para descubrirlo todo. Eso significaba... ¿Una semana de vida para ambos? ¿O solo para él? No debía de ser tan pesimista, me recordé.
Un viento frío comenzó a llegar a Forks, sería mejor que llegara pronto a mi departamento. Yo ya había dejado de caminar, pues en esa esquina me correspondía doblar, y Oliver siguió caminando sin voltear, aunque alcanzé a oir lo que decía seguido de una risa. Era la primera vez que le oía reir.
-Sí, lo fue...hasta pronto. -respondí, no muy segura de si me habría oído o no. Lo observé unos segundos alejarse, hasta que una nueva brisa fría me sacó de mi ensimismamiento y me marché a mi departamento.
-Claro, no creo que te tome demasiado tiempo. Además...siempre paso por aquí. -dije mientras le devolvía la leve sonrisa. Trataría de ocultárselo todo a Mary Kate entonces, o de lo contrario mi futuro se limitaría a ser alimento de vampiros. Teniendo en cuenta la perserverancia y la persepción del joven, estimaba que le tomaría alrededor de una semana para descubrirlo todo. Eso significaba... ¿Una semana de vida para ambos? ¿O solo para él? No debía de ser tan pesimista, me recordé.
Un viento frío comenzó a llegar a Forks, sería mejor que llegara pronto a mi departamento. Yo ya había dejado de caminar, pues en esa esquina me correspondía doblar, y Oliver siguió caminando sin voltear, aunque alcanzé a oir lo que decía seguido de una risa. Era la primera vez que le oía reir.
-Sí, lo fue...hasta pronto. -respondí, no muy segura de si me habría oído o no. Lo observé unos segundos alejarse, hasta que una nueva brisa fría me sacó de mi ensimismamiento y me marché a mi departamento.
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