Odiando todo..(libre)

Corría por el Bosque pensando en la forma de poder ayudar a Marla, seguí de mal en pero, al parecer cada minuto que pasaba empeoraba.

De pronto oí que alguién comenzaba a llorar, seguí el aroma que desprendía, era alguién que conocía. Me adentré mas en el bosque y cerca de un lago encontré a Leigton. Me acerqué a ella... -¿Leigton?-

Las lagrimas corrian por sus mejillas, la afirmé de los hombros -¿Que te sucedió? ¿Te han lastimado?- La evalué buscando algún indicio de herida, estaba en perfectas condiciones, la miré expectante esperando su respuesta.

No pudé evitar sonreír al darme cuenta que estaba en perfectas condiciones, claro exceptuando las lagrimas, pasé mis manos por sus mejillas limpiandoselas. Luego hice que se sentará nuevamente y mirando el lago exclamé -Sabes, ninguna razón es suficiente para odiar a los padres. Algún día te podrías arrepentir de aquello- Sabía lo que decía, yo estaba arrepentido ¿me habría perdonado ya él? Suspiré.

Medité un momento sus palabras, sabía que no era coomo ella lo veía, siempre los jovenes queriamos ver lo que queriamos -Leighton, no creo que avergonzzaran de ti. Y si fuera asi, estarían muy equivocados.-

La abracé -Si, en verdad creo que no es asi- Leighton era muy calida -Solo ves lo que quieres ver. Sabes... mi padre murió peleado conmigo, aún tengo ese remordimiento. Deberías tratar de resolver tus diferencias con ellos- Dije sin mucha importancia, pero la verdad aun me dolia aquello.

-Cualquier cosa tiene arreglo Leighton- Luego me giré un poco, y comence a contarle mi historia...

-Pues en mi decimooctavo cumpleaños, discutí con él porque quería que siguiera sus paso, ser militar, el sin consultarme ya me había conseguido una vacante en la escuela. Discutimos... le dije cosas horribles y furioso me fui a mi cuarto. El mismo día, la casa fue atacada, mi padre era un militar prestigioso, atacarlo era un duro golpe para la armada de nuestro país. La bomba arrasó con la casa, mis padres muriero y yo salí malherido. Si ahora te puedo contar esto, es por que mi hermana de sangre, que ya era vámpira, me convirtió-

Luego agregé -Creeme, algun dia te arrepentiras de tus palabras. Yo me arrepiento cada día-

-Eso nunca lo podré saber Leighton, estoy condenado a vivir por siempre, nunca lo veré de nuevo- Luego mirandola fijamente a los ojos -Pero... y tu ¿Estas segura que tus padres saben que los quieres?- Me quede esperando su respuesta.

Sonreí, era al punto que quería llegar -¿Imaginan? ¿Asi como tu imaginas que estan avergonzados de ti?- La abracé nuevamente y susurrandole al oido le dije -No dejes que se te vaya la vida sin decirle lo que siente...- Mi voz, sonaba algo triste.

Sonreí -Bien, creo que tienes razon- Me acerque a ella y comence a hacerle cosquillas. Luego de un rato le pregunté... -¿No te gustaría ser como yo?- Negue con la cabeza, no debí preguntar aquello...

Me acerqué lentamente a su cuello, como las veces anteriores, nuevamente su respiracion se agito -Podría hacerlo, ahora... acá...- Susurré por lo bajo, sabía que me escucharía...

Luego me aleje -Pero no lo haré, eres demasiado joven para morir- Le dije sonriendo -Ademas, nunca he convertido a alguién, solo siento curiosidad, no lo haría bien...-