Paseando sin un destino marcado [LIBRE]

Paseaba guardando los billetes de avión arrugados en el bolsillo trasero de mi pantalón,y ese era mi destino,Egipto.
Hecharia de menos Forks,pero ahora tenia que intentar olvidarme de todo,mi viaje,las despedidas...todo fuera,ahora queria pasear,mirar cada rincón de Forks para recordarlo a la exactitud,aunque una buena compañia mejoraria aquel paseo.

Era bastante tarde, así que todos estaban dentro de casa en el campamento. Decidí acercarme al pueblo, quizá con un poco de suerte veía a Rinoa pues hacía días que no la veía.

Por las calles de Forks no había gente, así que me sorprendió ver una silueta a lo lejos. ¿Era quién yo pensaba que era? Su aroma era el mismo, no podía ser otro... Me acerqué despacio y, cuando estuve bastante cerca, elevé la voz.

-¿David? -pregunté, pues creía que ya se habría marchado...sin despedirse. Aunque no lo culpaba, yo había hecho lo mismo.

-¡Thais!-exclamé sin molestarme en ocultar la emoción que ahora recorria todo mi cuerpo.

Me molestó el leve eco que resonó tras yo decir esas palabras,la calle estaba tan desierta que cualquier sonido se multiplicaba.

Me acerqué hasta donde se encontraba. Parecía feliz de haberme visto, así que sonreí.

-Hey, baja la voz, soy vampira no sorda -bromeé sin apuro a que alguien me escuchará-. ¿Qué haces en Forks? Creía que te habías marchado.

-Oh no,mis avión sale en unos dias-contesté sonriendo-.¿Cómo te va todo?Hace siglos que no te veo.

Jamás imaginé que una calle tan desierta me pudiera parecer tan...acogedora.

-Ah, está bien... No hay forma de convencerte de que te quedes, ¿no? -le dije con una sonrisa. No quería que se fuera, pero tampoco era quién para decirle que se quedara.

Me uní a su paseo con las manos en los bolsillos.

-Bueno, no me puedo quejar... Nunca mi vida estuvo más tranquila que ahora -dije riendo.

-Eso es porque me alejé un poco de ella-bromeé aún sonriendo-.La verdad me iré,si,pero será como unas vacaciones un tanto largas.

Continuamos caminando hacia ninguna parte y mientras dabamos un paso más,más sola se quedaba la calle,cosa que agradecia.

-Me alegra saber que serán unas vacaciones... ¿Qué haría sin las terapias de romper jarrones? -ironicé, y luego me eché a reír. Luego cambié mi rostro a uno más serio-. ¿Sabes? Me estoy volviendo civilizada, y eso no me gusta... ¡Mírame! -me paré en medio de la calle y señalé mis pies, más concretamente las sandalias negras que me había comprado Rinoa-. ¡Uso zapatos!

Miré a un lado y a otro de la calle y, como no había nadie, me quité los zapatos de dos tirones, los guardé en mi bolso y seguí caminando descalza.

-Algo malo...supongo-dije con una risa ligera.

Le imité y quité mis zapatos y los mantube uno en cada mano.

-No sé para qué necesita uno los zapatos...¡solo molestan! -seguí caminando junto a David por la acera-. ¿Nunca has sentido la hierba fresca de la mañana rozando con la superficie de tus pies en el bosque? Es la mejor sensación que alguien puede vivir...

Inspiré el aire de la noche, recordando esa sensación.

-Jamás la probé,supongo que se debe sentir bien-contesté suspirando y mirando la calle sin fin.

-Debes probarlo -le dije con una sonrisa.

Recordé a Rinoa, sin saber por qué. ¿Sabría David lo de su visión? O mejor...¿sabría ella lo de él?

-¿Has hablado con Rinoa? -le pregunté.

-¿Qué visión?-pregunté sin rodeos.

-¡Mierda! -exclamé en voz alta-. ¿Por qué tienes que leerme la mente? Lo odio.

Le pegué una patada a una botella vacía que había en la calle. Había olvidado que David podía saber todo lo que pensaba.

-Una visión que tuve... Bah, no es nada.

Le miré agachando la cabeza.

-Cuentamelo Thais,porfavor-le rogué.

-Es que... -suspiré-. Vi a Rinoa en el futuro con una híbrida...con su hija adoptiva.

Hala, ya estaba, podía prepararme para que Rinoa me asesinara.

-¿¡En serio!?-exclamé sonriendo.

Dios,como me alegraba aquella noticia,como estarian Rinoa y Will en aquellos momentos,cuanto me alegraba...

Sonreí al verlo tan emocionado. Se notaba que era gran amigo de Rinoa.

-No sé por qué te alegras tanto... -dije suspirando. Los últimos días había analizado la situación y...-. Rinoa madre, sola. ¿Crees que es una buena noticia? Para mí no...

-No estará sola,estaremos bastante gente a su lado-dije mirando el suelo.

Negué con la cabeza.

-No es lo mismo, sé lo que es crecer sin padres David... y no solo hace falta una madre, sino un padre también -dije con cierta tristeza en mi voz.

Quise pasarle un sentimiento de ánimo y alegria,pero supuse que luego se sentiria el doble de mal.

-Thais,la niña crecerá feliz...-susurré.

-Es lo único que espero, de verdad David... -dije casi en un susurro.

Había oscurecido totalmente y, de no ser por las farolas, la calle se hubiera visto totalmente a oscuras.

-Y yo ayudaré todo lo que pueda,incluso más-le aseguré.

Pasamos por una zona donde una de las farolas parpadeaba continuamente y eso me ponia nervioso,asi que cogí una piedra y la lancé contra la farola.

Miré lo que hizo sorprendida, y me eché a reír.

-Así que aparte de romper jarrones también eres experto en destrozar el mobiliario público...¡de verdad, acabaré casándome contigo! -bromeé aun riendo.

-Oh,si tubiera un tirachinas...-bromeé riendo ligeramente.

Los cristales de la farola resonaron levemente y casi silenciosamente contra la aún desierta calle.