Diario de Agnes Whittely

................... Sólo de pensarlo: ¿yo, con un diario?... La verdad es que no, no me lo hubiera imaginado antes. Pero las experiencias de la vida te hacen cambiar muchas cosas.
¿A mí?... por completo.
La verdad es que no sé por donde empezar. Mi infancia no fue una de las más deseadas, pero no me quejo de algo muy importante... haber conocido a Phillip.
Sí, a todo el mundo le hablo de Phillip… mi querido mayordomo. Se podría decir que es mi primer amor, pero a demás es a quien le debo mis recuerdos más hermosos.

Yo era una chica Australiana, nacida en Melbourne y ahí me crié con mis padres… mejor dicho: con los criados de mis padres. Vivía para mis pinturas, aunque en realidad fue mi forma de escape y mi desahogo por mucho tiempo. Me destaqué, y me hice conocida como nadie de piedad. Y fue por culpa de esto que me gané la mayor maldición de mi vida, o mejor dicho… de mi no vida: dejar a Phillip.

Cuando murieron mis padres, me “criaron” mis primas (las comillas ponen en duda la palabra) y conocí a dos grandes personas, que mas tarde me ayudaron a escapar para reencontrarme con mi amado.
Junto a él, huimos a Londres donde conocí a mi verdugo. Decidimos viajar nuevamente (es más, él decidió porque yo estaba inconciente), a través de contactos de Phillip llegamos a Pórtland donde tomé la decisión. En estado completamente conciente… lo dejé.

Hasta el día de hoy no he sabido nada de él… aunque mi corazón marchito esté siendo preso de la angustia, no dejaré que me encuentre… Aún no.

Hace ya varios día, llegue a Forks... un lindo lugar, despues de haber vivido por tanto tiempo en tierras calurosas. Estába extraviada y siemplemente seguí el camino, me adentre en bosques y luego más caminos, hasta que llegue a una hermosa casa. No sabía con que me iba a encontrar, pero sentí un olor, un olor muy grato que me hizo hacercarme sin reparo alguno.
Era la casa de Zafrina... estaba algo confundida aún... colpié la puerta y un chico con una toalla en la cintura me abrio. Ahora me río de la situación, pero debo confezar que me sentí muy avergonzada. Si no fuera por Zafrina que llego después no habría sabido que contestarle a John.
Por sierto, es una pareja encantadora. Me sentí mal y han estado conmigo desde ese momento. Me invitaron a quedarme, he incluso ahora quieren adoptarme. Yo no tengo a donde ir y ellos son vampiros al igual que yo. Al principio yo no lo sabía, pero ahora estoy mas que segura de que acá me quiero quedar... Me han demostrado mucho afecto y me ayudarán a conocer mis habilidades.
Sé que si me quedo acá, tarde o temprano Phillip me encontrará, pero espero que no sea tan pronto porque aún tengo mucho que aprender, aún tengo mucho que controlar. Y una de las prubas es tener a un lindo gatito junto a mí. Un gatito que Zafrina me obsequió... Quién se iba a imaginar alguna vez, a un Vampiro con un gato en la misma habitación jajajaja a mi me da riza. Pero tengo que cuidarlo, es una gran prueba a mi autocontrol y un regalo muy especial.
Por otro lado, John me ha dicho que irá al instituto de Forks conmigo. Solo espero que aquellos día sean una gran esperiencia y no una mala elección del cual me arrepienta para toda la eternidad....