Cazando por los arededores de la mansión

Llegué a casa y sin pensarmelo dos veces pegué un salto por la ventana que siempre tengo abierta, me enganche en el árbol de enfrente y bajé al suelo y eché a correr hacía el bosque de al lado, olí un puma cerca, sigilosamente me acerqué a él y le mordí el cuelo, empezé a beber su sangre, notaba como si sed iva desapareciendo, e incluido el cabreo que contenía dentro

dejé el animal muerto en el lugar que lo maté me levanté y lúego me llego el aroma de Alice, al parecer estaba en mi habitación, salí corriendo y desde lejos, la ví ojenado mis cd's, no me importoó que los mirara, al fin y al cavo era mi hermana y mejor amiga de mi esposa - porqué le habrá dado por mirar mis cd's - pensé mientras a paso de humano, me acerqué a la ventana de mi habitación, luego pegué un salto y entré en mi habitación, y allí la ví echando un vistazo a mis baldas - Buenos días Alice... que tal estas? -.

si bueno... llevaba tiempo sin hablar contigo y decidí volver - fuí hacía el sofá y me senté y di unos golpecitos en él - vamos, sientate, vamos hablar de vampiro a humana - sonreí, mientras le hacía un hueco en el sofá

puedes estar tranquila, solo quiero saber que es lo que se siente siendo humana - le dije mientras intentaba recordaba la vida de humano que tuve, me gustaría que me dijera que se siente volver a ser lo que antes eramos, y que si envejecer sienta bien o que, queria saber lo que se pudiera...

cuando dijo lo del corazón puse mi mano en el pecho - sabes, a veces he pensado en que sería mejor que yo fuera humano, y que Bella no fuera vampira - dije sin lamentos ni nada, son cosas repentinas que me pasaban por el cerebro, creo que de que pudiera parar de morder a Bella, fue un milagro y voluntad mia -.