El primer día del resto de mi tortura (libre)

Caminaba hacia una mesa vacía, ceño fruncido, charola en mano con pizza fría, mal humor visible a kilómetros de distancia.
Dejé caer la bandeja sobre la mesa y me senté en la silla, tanteando con un tenedor el alimento que nunca me llevaría a la boca.
Estúpido padre que me obligaba a asistir al instituto por aun no cumplir la mayoría de edad.
Típico. Me había mudado unas mil veces. Ya sabía el patrón de comportamiento normal. En la escuela hay tres tipos:
Primero, el que habla mal de ti a tus espaldas, ve tu estilo diferente y tu manera de actuar y te critica cuando te volteas. Patético.
Segundo, el que confronta. Eres el nuevo, no encajas, va y te golpea. Ese tipo me gustaba más, por lo menos te dice las cosas en la cara.
Tercero, y más común en estos momentos, el cordero, el santo que quiere hacer su buena acción del día y te muestra la escuela, te aconseja y te dice lo maravilloso que es el mundo y como necesitas desesperadamente un cambio de actitud. Creo que eso es aún más patético.
La gente es predecible, se guía por patrones normales, y ya me estaba aburriendo.
Tal vez aprovecharía la próxima clase para dormir un poco...o pediría ir al baño para escapar al aparcamento e irme por ahí en el auto.
Sí, podría hacer algo así...
Pinché buscamente el tenedor en la pizza, incrustándolo, después de todo no lo comería.

Venia de Literatura despues de encontrarme con Danny, una vampira muy agradable. La hora del almuerzo era la menos favorita para mi, nunca lograba encontrar a mis amigos en una misma mesa, todos se encontraban regados por diferentes lugares del instituto.

Vi a un chico que no habia visto antes sentado en una de las mesas, casualmente nadie que conociera estaba alrededor. Se veia que pensaba demasiado en algo en especifico y parecia furioso. La curiosidad me ataco y me sente en su mesa sin esperar ninguna invitacion de su parte.

-Hola-Lo salude y una sonrisa cruzo mi rostro como era usual, a mi casi nunca me veian triste.-Eres nuevo?.-Le pregunte, aunque era logico, para hacer algun tipo de conversacion.

Continuaba mutilando el inutil alimento con pereza y parsimonia.
El asunto era simplemente desesperante. De acuerdo, finjamos que tenía algo de sentido mudarme a un pueblucho en medio de la nada con un padre anciano y despreocupado.
Simplemente no tenía lógica...¿Asuntos legales en un lugar como ese?
Bufé, exasperado. Estar como nómada, de un sitio al otro, iba a cansarme en algún momento.
Algún día podría elegir el sitio donde vivir, podría ganarme mi maldito dinero y tener una patética vida predecible y monótona...pero que sea mía.
Valerme por mí mismo, tener algo de libertad, nada más.
De repenté, oí una voz aguda que me saludaba con alegría. Cerré los ojos y maldije internamente.
Genial, más gente, más vida social. Más personas para evitar.
Me preguntó si era nuevo, y voltee en su dirección, enarcando una ceja. ¿Acaso estaba bromeando? ¿Qué clase de pregunta estúpida era esa?
-Nadie te invitó a sentarte.-dije, secamente, volviendo mi atención al plato. No iba a responderle nada, no era mi obligación...y si quería alguna reacción de mi parte, podía esperar sentada.

Habia notado su frustracion debido a su tono de voz.. Se me hacia muy facil leer las expresiones de los humanos y este chico tenia serios problemas de actitud pero eso no cambio mi humor sino que avivo mi curiosidad por saber que es lo que pasaba por su mente.

-En verdad no importa-Me encogi de hombros mientras lo miraba con curiosidad, el era diferente, no como el resto de los humanos que vivian en Forks.

Aun sonaba tranquila como si sus palabras no me hubieran molestado en absoluto.-Si yo quiero sentarme aqui lo hago, no hay nada de malo en eso o si?-Mis palabras se oyeron ironicas ante la situacion espere que el dijera algo, esperaba algun tipo de amenaza o mal trato. Tal vez el pensara que estaba loca o tal vez el me tenia miedo, aunque eso no sonaba razonable, no conocia a ningun humano en el instituto que quisiera juntarse conmigo o con las personas como yo.

Podía sentir su penetrante mirada sobre mí todo el tiempo, mientras me movía lentamente hacia el extremo de la silla, lo más lejos posible de su lado.
Ella me provocaba rechazo. Simple, fácil. Igual que todas las personas.
Todos en el mundo eran solo bazofia humana caminando libremente, incluído yo mismo. Algunos, vestidos con piel de cordero, lo demostraban después de otros. Pero todos lo eran. Todos individualistas, egoístas, y las "amistades" falsas y fingidas no ayudaban en nada a cambiar esa perspectiva.
-Por lo menos nada malo para ti -gruñí, pensando que yo sería el que tenía que soportarla...podría levantarme e irme en ese momento...pero sería un acto cobarde, estaría escapando. Y yo no lo hago.
Le di la espalda completamente y le di una mordida a la pizza fría, que corrió con demasiada lentitud por mi garganta, después de todo, necesitaba algo que hacer para poder ignorarla.

Bien.-Respondi secamente. Mire el resto de la cafeteria, definitivamente no habia rastro de nadie que conociera, que habia pasado con todos los vampiros en Forks? Voltee a verlo de nuevo, estaba mordiendo un pedazo de su pizza y no pude evitar poner cara de asco. Pense en mi propia comida. No tenia sed, a pesar de no haber cazado ya en un buen tiempo, pero no me apetecia pensar en ello ya que el dolor de mi garganta se incrementaba notablemente cada vez que lo hacia.

-No me he presentado.-Le tendi mi mano.-Soy MK.-Un vivo recuerdo vino a mi mente cuando lo vi enfurrunado en la silla, un recuerdo de mi misma, meses antes. La chica malhumorada a la que todo le caia mal, eso habia cambiado mucho desde que llegue a Forks.

La molesta chica me respondió con brusquedad y se quedó callada, por lo cual agradecí internamente. Ya era hora de que tuviera algo de soledad...
Y, claro, tenía que presentarse. Olvidaba que Dios me odia.
-No me importa tu nombre -dije, sin voltearme a verla. ¿Era tan dificil dejarme solo?
La gente era tan molesta e insistente que a veces pensaba que tenía un imán o algo así para atraer la sociabilidad.
Instantes después, por supuesto, el magnetismo actuó de nuevo y otra chica llegó (casualmente también tenía una sonrisa pintada en el rostro), y me saludó con entusiasmo.
Rodé los ojos y miré mi almuerzo. Si era hóstil con una...¿por qué no con dos?

No supe por que pero ese chico logro que me enfureciera, aun asi no iba a dejar que se diera cuenta. Llego Leighton, senti su mano en mi hombro, me sorprendio su piel palida y fria pero hice caso omiso a esto y fulmine al chico al frente de mi con la mirada.-Entonces no te importa nada? Tecnicamente podrian matarte aqui mismo y te da igual?.-Pregunte sin dejar que mi voz flaqueara un segundo.

La chica que acababa de llegar permaneció callada. Mientras la otra me enfrentaba verbalmente, en sus rasgos se podía leer la molestia, el enfado. Sonreí por dentro, generalmente se acababan enfadando o hartando y luego se iban.
Su pregunta fue curiosa. Nunca nadie me la había hecho, pero no iba a quedarme sin responderle.
-Probablemente no -me encogí de hombros, mirando sus ojos claros para dar más impacto a mis palabras -. Nadie me extrañaría. Y, ya muerto, no tendría a una niña molesta que quiera hablarme de forma insoportable. Así que no. No me importaría.-dije mordazmente, frunciendo el ceño y sosteniendo su mirada. Luego, como si me hubiera aburrido, me voltee para volver a acabar mi almuerzo.

Me rei por lo bajo.-Tienes serios problemas con tus facultades mentales.-Le dije casi en un susurro. Ese chico me impresionaba para ser honesta, no habia conocido a alguien tan descuidado de si mismo en toda mi existencia.-Al final solo tienes miedo de mostrarle a los demas como eres.-Podia leer facilmente las expresiones de su cara.

Mire esta vez a Leighton, sorpresa, su piel marmorea me asombro. Casi senti como mi sagre podia hervir debajo de mi piel.-Que...?.-Recorde que habian humanos presentes y me calle pero ya iba a ver cuando estubieramos solas. Si habia algo que me enfureciera mas que otra cosa es que los humanos quisieran seguir esta estupida vida de la inmortalidad. Bufe.-Hola.-Salude luego tratando de no sonar tan exasperada.

Se estaba riendo de mí. Una de las cosas que más me molestaban. Pero no iba a dejar que una niña salida de la nada me altere los nervios.
-¿No crees que tal vez las personas no son tan importantes como para querer mostrarles como eres? - dibujé una sonrisa irónica. Yo no estaba ocultando nada. Era reacio, era malhumorado, era solitario, y se lo estaba demostrando con más de una acción. No ocultaba mi verdadera personalidad. ¿Para qué hacerlo?
Se dispuso a saludar a la otra chica y simplemente rodé los ojos, vi mi plato vacío y pensé que lo mejor sería irme de allí...después de todo, si me quedaba sólo estaría peleando con un cliché humano más que quería que cambiara mi forma de ser.

Como lo sabes? Alguna vez lo has intentado? Dudo que alguna vez hayas entablado una conversacion coherente con cualquier persona.-Dije ironica.-Sabes que? No se por que estoy peleando con un estupido humano cuando tengo miles de cosas mas arriba en mi lista de las cosas que quiero hacer.-Bufe y mire ahora a Leighton preocupada. Inmediatamente me arrepenti de mis palabras, odiaba convertirme en esa chica malhumorada de nuevo.

Solté una carcajada irónica sin poder evitarlo...muy bien, ella había llegado a hablarme, ¿y ahora era la ocupada que tenía mejores cosas que hacer?
Claro, buen chiste.
-Lamento haber interrumpido su ocupada agenda, querida -musité, con el sarcasmo bañando mis palabras, mientras sacudía la cabeza -¿Por qué no vas a hacer tus cosas importantes, entonces? Ninguno de los dos disfruta esta conversación. ¿Por qué no te largas?
La otra chica no había acotado palabra, era casi tan pálida como la que estaba sentada junto a mí, y ella de tanto en tanto le dirigía miradas de reojo.

Perdoname por tratar de ser amable contigo ya veo que eres imposiblemente idiota.-Mire a cualquier otro lugar, la ventana llamo mi atencion, estaba lloviendo. De repente no me apetecian las clases por el resto del dia queria salir afuera y sentir la lluvia en mi piel marmorea.

Recorde que no podia hacer eso, mis maestros ya sospechaban lo suficiente de mi. Bufe y escondi mi cara entre mis manos.Estupida escuela, pense para mi misma. Tal vez solo trigonometria.Podia pasar la hora encerrada en mi coche con la musica a todo volumen, estaba segura de que eso limpiaria mis pensamientos o tal vez podia ir al bosque, alejarme del bullicio de gente y pasar la hora acostada en el humedo suelo. Voltee a ver al chico de nuevo luego desvie mi mirada a la ventana. Una total perdida de tiempo hablar con el, su actitud era simplemente demasiado negativa. El hacia ver a las personas deprimentes como los habitantes del valle del sol.

-Solo una pregunta mas.-Queria saciar mi curiosidad y listo. Me largaria de la cafeteria hacia el aparcamiento directo a mi coche.-Por que eres tan...-No encontraba palabra suficiente para calificarlo.-Asi.-Lo senale con mis manos.-Que pudo ser o es tan asquerosamente horrible para conventirte en una persona tan amargada?.-De nuevo me arrepenti de que mi palabras sonaran tan poco sutiles, solo haria que ese chico me odiara mas.-No quise decir eso pero sabes a lo que me refiero.-Puse mis ojos en blanco.

Leighton parecia muy callada y ese chico ya me estaba artando, me voltee y mire su piel blanca como la luna asombrada.-Como fue que paso esto?.-Susurre de modo que ningun oido humano me pudiera escuchar.

llege al intituto para encontrarme con ali y lori pero senti el aroma de MK asi qwue me aserque y la salude - hola MK como estas - luego mire a la otra y tambien la salude amablemente - hola

La mire de nuevo y medio sonrei.-Mucho.-Mire a Jaspert.-Hey Jass.-Salude con mi mano mientras alcanzaba mi mochila con la otra y sacaba mi Ipod, ya casi tocaban la campana de la siguiente clase y estaba preparada para salir de ahi corriendo.

-¿Ah, quieres saber qué fue? -la miré de arriba abajo, exáminandola con la mirada. No era diferente, tal como había pensado, sólo otra persona que no le gustaba mi actitud y venía a quejarse como si hubiera asesinado a alguien - Las personas fastidiosas, insoportables y predecibles como tú. Son las que arruinan el mundo y echan abajo mi humor.-no tenía por qué mentirle, y cuando otro tipo más llegó a unirse a la fiesta, lo consideré demasiado.
Tomé mi plato vacío sin detenerme a ver a nadie más, lo arrojé sin delicadeza a la basura y salí al estacionamiento, tomar mi coche, salir de la escuela y vagar un rato por el pueblo era más interesante que estar ahí sentado, discutiendo con personas felices.

Si eso es lo que piensas.-Dije ironica y vi que se iba de la cafeteria, tal vez luego lo perseguiria solo para vengarme de lo que acababa de decir. Mientras tanto seguia esperando que la campana sonara para salir corriendo de ahi y cuando lo hizo no espere mucho para tomar mis cosas e ir al aparcamiento.-Nos vemos chicos.

Me acompanas?.-Le pregunte a Leighton antes de irme.-Vamos al bosque un rato, hace tiempo que no he cazado. Ademas me tienes que contar "Eso".-Me referia a su transformacion, esperaba que lo entendiera. Puse mi bolso y mi guitarra encima de mis hombros lista para salir.