Monotonía (Thais & David)

Hacía exactamente dos horas, veintidos minutos y cuarenta segundos que el sol había aparecido por el horizonte. La falta de cosas por hacer me llevaba al extremo de contar el tiempo pasar. Y eso era algo típico de locos, aunque en aquellos instantes ni siquiera me daba cuenta de eso.

Hacía meses que mis días transcurrían tan monótonos que era un alivio ver a algún humano idiota que aparecía por el bosque sin previo aviso y me servía para mantenerme calmada. Aún recordaba las primeras semanas en las que había vuelto a la vida del bosque, cuando la policia de Forks había anunciado no acercarse al bosque a ningún humano, pues había "un lobo rabioso suelto". Por suerte, decidí que era mejor cazar en lugares apartados.

Todos los vampiros importantes para mí habían desaparecido. No sabía nada de ellos. Del único que sabía con claridad el paradero era David, en Egipto. Había estado tentada en ir hasta él, seguir su rastro y permanecer una temporada con él. Pero recordé que se había marchado para estar solo, así que descarté la idea tan pronto como vino a mi mente.

El campamento Matthews me daba miedo. Miedo por saber si estaban o no. Nada sabía de Marla, ni Noah (a quien recordaba a cada instante, a mi pesar), ni Franco, ni siquiera de Jerik. Selene y Armus eran otro cantar, ellos ahora tenían una familia. Igual que Rinoa y Will (incluso lo echaba de menos a él), tampoco sabía nada de ellos.

Mis pensamientos fueron alejados por un ruido. Lancé una mirada furtiva entre los árboles desde la rama baja de un árbol donde estaba sentada. ¿Otro vampiro que venía a cazar? Entrecerré los ojos, alerta.

Caminaba por el bosque concentrado en cada matiz que habia de un color apagado,triste quizá.
Un verde musgoso en los árboles me daban tranquilidad,quitando la monotonía que tenia en el desierto,ese color de la arena seca y caliente...me ponía de los nervios.
Se me hacia extraño estar caminando de nuevo por Forks,se me hacia extraño no ver a la gente que queria,pues,parece ser que no fui el único en marcharse de Forks,¿dónde estaban todos?
Alejé de mi mente aquellos pensamientos,pues habia llegado al bosque para cazar,no para seguir preguntandome el paradero de todos de los que aún no sabia nada,ni tampoco en el estado en el que podrían estar...¡Maldición,ya estaba pensando en lo mismo!
Viendo mi intento fallido en alejar aquellas preguntas de mi mente,caminé furioso conmigo mismo,pisando fuerte,con el ceño fruncido,en algún que otro charco podia ver mi reflejo,desde luego nada amigable,cualquier humano que andara por aquellos alrededores se asustaria,sin duda.
No me di cuenta del silencio que habia en el bosque hasta que una pequeña rama se partiera bajo los pies...Me paré el silencio se rompió,y en aquel instante se convirtió en algo siniestro,terrorifico quizá.
Las ramas se movian con suavidad,demasiada diria yo,los pajaros no cantaban,no se escuchaba nada,ni tan siquiera un animal correteando.

Fuera lo que fuere, estaba cerca. Salté de la rama hasta el suelo, haciendo remover algunas hojas que habían caido de los árboles (otoño era otoño, en Forks y en Groenlandia). Cada paso que daba la tierra se removía un poco. Mis sentidos se habían hecho más perspicaces durante aquellos meses.

Me envolví en los aromas del bosque. Decidme, árboles, decidme quién anda por aquí... pensaba en mi mente, cual chalada fuera hablando (y mentalmente) con los troncos de los árboles al pasar.

El aroma entraba y salía por mis fosas nasales, y aunque lo reconocía, no conseguía saber por qué. ¿Quién era aquél vampiro? En mi primer lugar pensé en Noah, pero no, su aroma era totalmente distinto y jamás llegaría a olvidarlo del todo.

Pero aquél...aquél también lo era. Era importante, diferente y una gran cantidad de sentimientos se volcaban dentro de mí. Era alguien preciado para mí (descarté de inmediato a Will).

¿Quién?

Al fin lo vi, aunque solo era una sombra, pues la luz no le daba en la cara. Estaba cerca de mí, a unos metros de distancia tan solo.

Y creía que me había visto.

Algo más penetró en aquel momento,algo que me hizo pegar un pequeño salto y colocarme en posición de defensa,planeando un plan de ataque en caso de que fuera necesario.
Escuché con atención,era fácil distinguir entre el silencio del bosque aquel suave movimiento de la arena bajo los pies de alguien...Aunque por su olor,descarté la posibilidad de que fuera humano,otro de mi espécie.
Por puro instinto gruñí suavemente,lo justo para que un vampiro pudiera escucharlo...Y aquel vampiro cada vez se acercaba más,notaba su olor,podia sentir su presencia,podia notar unos ojos rojos clavados en mi espalda...
Intuitivamente miré por encima de mi hombro con miedo a encontrarme con alguien detrás mia,pero nada,no habia nada,tan solo un árbol recubierto de musgo...
Volteé de nuevo,y ahi estaba,a unos cuantos metros de distáncia,aquella vampira que me habia atemorizado.
Una de las cosas malas de mi viaje a Egipto,era el poco contacto con otros de mi espécie,y de una manera extraña,me habia producido un raro temor hacia ellos.
Vacilé unos instantes entre si me acercaria más o no,o simplemente si echaria a correr...pero justo en el instante en que mis piernas se flexionaron para huir,una rafaga de viento llegó desde la dirección de aquella vampira...y me trajo su olor...

-¿Thais?-pregunté intentando no tartamudear y con precaución para que no se notara el miedo mezclado con la alegria en mi voz...Ahora que tenia la esperanza de que fuera ella,no lo dudé,comencé a reconocer facciones de su cara...asi que por segunda vez dije su nombre,esta vez,sin preguntar:-Thais...-dije en un suspiro mientras sonreia inconteniblemente,aunque conteniendo las ganas de correr hacia ella.

Llegué a escuchar el gruñido de advertencia de aquella bestia. Se lo devolví amenazadoramente mientras asomaba la cabeza entre el árbol que nos separaba. Era un vampiro, no había dudas. Se dio la vuelta despacio y sus ojos se encontraron con los míos.

Y esa conexión...me trajo tantísimos recuerdos...

Su voz completó la armonía que estaba empezando a formarse en mi mente. Era David, oh, definitivamente era él. Después de tanto y tanto tiempo sin saber nada de él, la última persona que pensaba encontrar allí.

Pero allí estaba, tal y como siempre (obvio, ninguno de los dos ibamos a cambiar nunca). Un suspiro entrecortado salió de entre mis labios y noté que me tambaleaba un poco, pero conseguí equilibrarme al instante. Patosa, pensé.

Salí de detrás del árbol. Ni siquiera me preocupé en mi aspecto (pelo enmarañado, ropas desgarradas y manchadas), en aquél instante sólo me interesabe cerciorarme de que era él. Me acerqué no sin problemas hasta él y me detuve a un metro. Mis ojos brillaban, aunque jamás llegarían a humedecerse. El tono castaño iba y venía entre otro grisáceo. Al menos no estaba verde... Eso significaba visión, nada bueno.

-¿Te cansaste de las momias? -dije sin poder creerme que estuviera bromeando en un momento así.

Sin poder soportarlo, me acerqué a él y le abracé por la cintura, queriéndole decir así muchas cosas que jamás podría decirle abiertamente. Había necesitado tanto a un amigo...

-No me cansé de ellas exactamente...-dije apretándole contra mi con una alegria que llevaba bastante tiempo sin sentir-Me cansé de alejarme de todos...

Su mente me transmitió alegria,necesitaba a un amigo,y por su ropa,diria que llevaba tiempo alejada de la gente...

-¿Cómo has estado?-le pregunté separandome lentamente de ella,quedandonos a apenas un metro de distancia mientras mantenia sus manos entrelazadas con las mias en el aire-No sabes cuanto temí...pensé que tu tambien te habias marchado,como todos,no he visto a nadie desde que llegué...

Por mi mente pasaron rápidamente muchos nombres,muchos recuerdos...pero esta vez bastó cerrar los ojos con fuerza y volver a abrirlos para alejar todo aquello de mi mente,ahora no importaban ellos,ahora importaba ella,ella y sus intensos ojos que me miraban fijamente...Estaba ahi,frente a mi,eso ya me parecia motivo suficiente como para sonreir y dejar de pensar en mis problemas...

Mantuve las manos sujetando las suyas, algo muy poco frecuente en mí. El contacto físico no era lo mío. Pero en aquél momento necesitaba sentirle a mi lado.

Hice una mueca ante su pregunta. Preferí no contestar, y rápidamente hice pasar unas cuantas imágenes por mi mente para que viera qué había hecho hasta ahora. Obviamente solo pensé en las mejores (si se podían llamar así): un encuentro con unos cuantos vampiros vegetarianos con los que charlé, de eso hacía tres meses; alguna noche mirando la luna tirada en la hierba; y yo cazando a unos cuantos humanos.

-Eso te lo puedo explicar... -dije al recordar que él no sabía mi nueva dieta, esbozando una media sonrisa.

La sangre humana me hacía más fuerte y ágil, se notaba bastante. Mi cuerpo, ya de por si pequeño, ahora era más ágil y rápido que antes.

-¿Cuándo llegaste? -dije más interesada por él que por mí-. ¿Y qué tal por Egipto?

Tenía muchas preguntas para él, pero esas eran las que más me importaban en aquél instante.

Me quedé sin pestañear cuando Thais me mostró algunas de sus últimas cosas...conociendola sabia que me ocultaba gran parte,quizá todo,pero en aquel momento no pensaba preguntar más,ni tan siquiera preguntaria por su nueva dieta,mejor dejar que me preguntase...Me encantaba escuchar su voz de nuevo.

-Llegué hace dos dias...y bueno,Egipto no estubo tan mal como yo esperaba-contesté negando con la cabeza...

Por un instante recordé la fatiga que pasé y lo mala que fue la experiencia,pero me esperaba algo peor...
Desvié aquellos recuerdos al percatarme de la cara que tendria que tener en aquel momento,asi que tras negar ligéramente con la cabeza,le miré de nuevo y sonreí.

Como siempre, David no me hizo ninguna pregunta sobre mí. Se dedicó a contestarme, lo cual me aliviaba por una parte, y me intrigaba por otra. No me gustaba la expresión que mantenía y probablemente su viaje no había sido mejor que mi vida salvaje.

-Me pregunto qué cazarías por allí -dije, aunque no era una pregunta, simplemente era un comentario.

Dos días. De eso no hacía mucho. Me preguntaba si ya habría visto a Rinoa, a Will o a alguno de tantos de nuestros conocidos. Pero no me atrevía a preguntarle, aun sabiendo que él ya sabría todo lo que rondaba por mi mente. Por la forma en que me miró, supe que estaba en lo cierto.

-Ahora recuerdo lo irritante que puede ser tu don -refunfuñé aunque una sonrisa curvaba mis labios. Había extrañado incluso que supiera todo lo que pensaba.

Sonreí al escuchar sus pensamientos en mi mente,y de nuevo,me dediqué a contestarle.

-No he visto a nadie,tu eres la primera,pensé que los Vulturis habian eliminado a todos los vampiros de aqui o algo asi-bromeé,pero a la vez me espeluznó aquella idea-¿Sabes algo de ellos?

Comencé a caminar hacia el sur a una marcha tranquila,esperando a que Thais me siguiera.
Coloqué mis manos en los bolsillos mientras agachaba la cabeza y miraba el suelo por el que caminaba,y casi fugazmente,pude oir los pies de Thais colocarse a mi lado.

Puse los ojos en blanco a la vez que me colocaba a su lado y le acompañaba el paseo.

-Esos qué van a eliminar... -dije refiriéndome a los Vulturi, los ñoños de Volterra-. No he tenido noticias de nadie desde hace mucho... Tú eres el primero de ellos que se digna a visitarme a mi humilde hogar -comenté con sarcasmo, extendiendo los brazos alrededor mientras señalaba todo.

Esbocé una pequeña sonrisa mientras salteaba unas cuantas rocas. El terreno iba haciéndose más rocoso, lo cual indicaba que el lago estaba cerca. Lo que para mí significaba campamento Matthews. Casi por instinto, detuve a David con el brazo derecho y le hice detenerse.

-¿Continuamos por ahí? -dije señalando hacia otro lado. Supe que él más que nadie sabría por qué no quería ir por ahí tras haber "escuchado" mi reacción al saber hacia dónde nos acercábamos.

No era solo por Noah (y solo recordar su nombre me volvía totalmente de roca), sino por todos. Después de tanto tiempo... Yo misma había cambiado, para bien o para mal. Eran demasiados los miedos que tenía, y quién sabía si el destino iba a querer que nos volvieramos a ver las caras. Por mi parte intentaría evitarlo.

Mientras caminabamos ella seguia hablando,y justo cuando iba a preguntarle sobre su humilde hogar,como ella lo llamó,me detuvo.
Y yo simplemente le sonreí y continué por la dirección que me habia indicado,le comprendía...
Algunos pajaros se marchaban en la dirección contraria a la que nosotros,indicaba lluvia,pero no le dediqué demasiada importancia.

-¿Vas a seguir en el bosque por mucho?-le pregunté preocupado.

Quise añadir que mi casa era suya tambien,pero supe que sobraria,pues Thais ya lo sabia.