Escapando...o intentando hacerlo (Anne)

No sabía por cuanto tiempo, sólo quería alejarme un par de días de todo aquello. Sin pensarlo dos veces miré hacia delante y comencé a correr cuando estuve segura de estar lo suficientemente internada entre los árboles de las afueras de la ciudad. Pensaba correr y correr durante varias horas hasta no saber en donde me encontraba ya. En eso estaba cuando sentí otro aroma en uno de los árboles y supe que iba a detenerme. Me frené y la miré.
-¿No puedes simplemente dejarme ir Anne?- le pregunté.

Me sentía mal por ella, y me dolía verla así, me hacía acordar a cuando nos conocimos, ella estaba amargarda y sus ojos negros como la noche...
Cuando se detuvo me detuve tambien la mire y le dije.
- No, por que sino sería menos divertido- dije y le sonreí apenadamente.
Me acerque un poco más a ella, quería abrazarla, pero se que me cortaría un brazo o algo así...así que le deje su espacio.
-No quiero verte así, me duele- dije e hize una mueca.

La fulminé con la mirada.
-Ja,ja,ja, esto está siendo tan divertido- le dije y observé como se acercaba a mi. Me reí por lo que pasó por su mente.
-Tienes razón, abrázame y terminas sin brazos- le dije y volví a reirme. Suspiré y la miré a los ojos.
-Anne, me metí en esto por mi cuenta, yo estoy decidiendo soportar el dolor, pero estoy bien, en serio, es lo que quería- agregué y me dejé caer sentada en el suelo.

La mire caerse.
- CIELOS!, Hay dios, Lillith, basta de hacerte la dura, crees que no puedo ver tus recuerdos?, crees que no sé lo que piensas sobre lo que esta pasando?. Mira tendre la cara, pero no estúpida no soy, Lillith.- dije y la incrimine, si me mataba no me importaba en lo más minimo, nadie lloraría por mi, pero tenía que decirselo, no me gustaba verla así y menos que se haga la dura.
Deje de mirarla a los ojos para cruzarme de brazos y mirar le cielo,

Cerré mis ojos unos instantes y me concentré en mis recuerdos.
-Vuelve a meterte en mis recuerdos y los borro todos en este mismo instante. Puedo manipular mentes, y eso incluye la mía- le dije sin abrir los ojos mientras jugueteaba con los recuerdos en mi mente, uno tras otro, como si estuviese elijiendo escenas de una película. Volví al principio, cuando apenas había llegado a Forks, y recordé los paseos por la cascada de noche, y recordé a Sonne. Abrí los ojos sorprendida, hacía tiempo que no me acordaba de él. Lo había enterrado en el fondo de mis pensamientos, para no tener que sufrir jamás por él. ¿Podría hacer lo mismo con Tempo? La idea de tener que hacer eso me horrorizaba, significaba dejarlo ir, dejarlo ir por siempre. Eso no sería tan simple, Sonne se había alejado y jamás había vuelto a verlo, pero Tempo seguía allí, en Forks, podía sentir su aroma en cualquier momento y encontrarlo en cualquier momento por la ciudad.
Miré a Anne al recordar que ella podía ver todo lo que yo estaba pensando en ese momento.
-Una palabra y en serio que te arrancaré los brazos- susurré entre dientes mirándola.

La mire y por un momento sus facciones eran total y completamente de una vampira endemoniada.
- ¿sabes? a veces estas actitudes tuyas me dan un poco de asco- le dije por fin...- intentas esconder tus sentiemientos y después te averguenzas cuando salen a flote, y ...y... no son así las cosas, se supone que ahora tendrías que estar llorando lo más tranquila, y yo abrazandote, para después intentar seguir y vivir feliz, uno no tiene que ser feliz solo cuando esta en pareja o cuando esta enamorado, sino que es el resto de la vida, nada .. solo una vampira amargada que quiere morder a su amiga por intentar ayudarla- bufé- eso es lo único que obtendras, dios, borra tus pensamientos y vuelve a empezar, ¡vuelve a sentir el maldito aroma de las flores! algo, por dios, Lillith, reacciona, ¡un desamor no es la vida!-dije fulminandola con la mirada y haciendo gestos con los brazos. Luego me tape la cara con las manos.
- Si necesitas algo, cariño, no sé algo que no puedes comprar en algún lugar, sabes que estoy yo aquí, lo único que tienes que hacer es mirar al costado y ahí voy a estar yo, justo a tu lado, sonriendote.- dije y le sonreí lo mejor que pude, me sentía mal, no quería ser inutil, quería ayudarla y no sabía como, me sentía muy inutil y me fastidiaba...
supongo que ahora es cuando tú sigues haciendote la fuerte- pensé con desgana

Escuché aquello con mi mejor cara de póker, como si nada pasara, pero guardé y comprendí cada una de las palabras que me decía. Estaba malentendiéndolo todo, absolutamente todo.
-¿Crees que no sé que un desamor no es la vida Anne? Dios, si puedes leer mis pensamientos leelos bien al menos. Usa correctamente tu don. Viví feliz un siglo, sin estar en pareja, y era feliz. Es sólo que estás leyendo los pensamientos equivocados porque son los que más se encuentran en mi cabeza en estos momentos. Estoy sufriendo, no voy a negarlo. ¡Estoy sufriendo! Pero esta es mi forma de hacerlo, callarme y sufrirlo sola, llorar sola hasta que esto pase, no abrazada a una amiga. Soy así, fui así más de una vida entera y si quieres que lo cambie y empiece a abrazarme a amigas cuando esté mal vas a tener que darme varios siglos más- le solté en la cara una tras otra las palabras sin detenerme un segundo.
La miré sonreir y sonreí levemente, sólo por un momento.
-Sé que estás aquí Anne, sólo que esta es mi forma de...de saber que estás supongo. No tienes que sentirte inútil, estás ofreciéndome tu ayuda, es sólo que esta es mi forma de recibirla- susurré y miré hacia otro lado.
-Y te equivocas en un par de cosas más. No intento esconder mis sentimientos, los escondo, y los escondo porque son míos. Si salen a flote es porque quiero, y luego vuelvo a esconderlos, porque son míos y se quedarán conmigo. Otra cosa, soy una vampiresa endemoniada, siempre lo fui y seguiré siéndolo, y estoy orgullosa de serlo. Jamás quise cambiarlo. Y un último detalle, afrontar mis problemas haciéndome la fuerte es parte de mi forma de ser, rara vez me verás llorando delante tuyo- añadí de vuelta con mi mejor cara de póker.

Me dejé caer al suelo, en algunas cosas tenía razón, no sé lo iba a ocultar...
Pero recorde cuando nos reencontramos en la fiesta de Lori, con su sonrisa, me abrazo, justo unos días antes de haber roto con Tempo. En ese momento si me abrazaba, si sonreía, ahora no. La verdad no la entendía, y me importaba poco que escuchara lo que pensaba, realmente.
Bufé y no dije nada, no tenía que decir, tendría que irme... no me necesitaba, pero no quería hacerlo. Simplemente me quede sentada ahí. Sin hacer o decir nada.

Suspiré y no me moví de allí. Comencé a observar los árboles mientras escuchaba sus pensamientos.
-Si quieres irte puedes irte, no tienes por qué quedarte aquí conmigo- le dije y abracé mis piernas con mi brazo, recostando la cabeza en las rodillas.
-Anne, no es tan difícil de ver, cuando soy feliz sonrio y abrazo gente, cuando estoy triste soy mala y quiero morder a mis amigas- agregué y sonreí un poco.

Me reí un poco.
- Ami no me muerdas, no soy comestible.- DIje y le sonreí.
-Tú que quieres que haga?- le pregunte y la mire directamente.