Tocando en el Bosque...

Caminaba por el bosque cuando una melodía atrajó mi atención ¿musica? era una de mis aficiones, pero la había dejado de lado y aún no entendía el porque. Muchas cosas de mi vida no tenían sentido...

Llegué hasta el lugar del que provenía la melodía, aquella chica, Sam, era la que tocaba un violín, el recuerdo de su mente se estampó en la mía. No muy lejos de ella junto a un árbol, se encontraba un lobo... no noté su aroma. Me acerqué sin mucha importancia, caminando suavemente. -Hola de nuevo, Sam- Me dirigí al lobo ¿Sería un licantropo? Pasé mi mano derecha suavemente sobre su pelaje, estaba calido.

Seguí pasando mi mano sobre el pelaje del lobo, sus pelos se erizaban ante mi contacto. Sonreí ironicamente, inspiré profundamente el aire y noté un nuevo aroma en los alrededores... un vámpiro, pero esta vez uno carnivoro.

Dejé al lobo de lado por un momento y me concentré en el vámpiro, decididamente caminé hacia el evualandolo con la mirada, parecía un vámpiro mas... neofito si no me equivocaba. Dí unas vueltas a su alrededor -Lo mismo podría preguntarte yo a ti... -

-No, no lo pensaba hacer- Me evoqué en no leer sus pensamientos, me fastidiaba poder hacer aquello, bufé y media molesta exclamé -Soy Lara- Luego me acerqué mas a él, lo olí... si, era carnivoro.

Me pusé detrás de el y susurrandole en el oido le contesté -Solo confirmaba mis sospechas- Luego me tumbé cerca de un árbol, apoyando mi espalda contra el tronco.

-Que bebes sangre humana- dije sin importancia, mientras me acomodaba en donde me encontraba. Me preguntaba como había venido a parar en este lugar, sinceramente no pensaba quedarme mucho tiempo por aca, a menos que la cosa se pusiera divertida.

Noté el cambio que ocurría en aquel chico ¿cuántas cosas me encontraría aqui en Forks? Esto ya estaba siendo irreal, caminé nuevamente hacia el. Los recuerdos invadieron mi mente... nuevamente recuerdos ajenos a mi, en ellos aparecía el chico...

Sabía que lo que decía no impediría que mi don actuará, aún asi me concentré en no leer sus pensamientos, la verdad poco y nada me interesaba ¿que podría tener de interesante un neofito como él? Lo único que hacían era poner en riesgo nuestro secreto.

Lo miré nuevamente, algo en el habia cambiado. Me acerqué a hecharle un vistazo. -Tu no eres el mismo de hace un momento ¿Que has hecho con el otro chico?- Me acerqué decididamente.