Y ahora que hago? [Libre]

Off (se puede? pongo mi propuesta! n_n )

Caminaba silenciosamente por el bosque... Aún no lo conocía bien así que me adentré en él para amigarme un poco más con al naturaleza. Encontré una sombra a los lejos, así que me acerqué cautelosamente, de todas maneras nada extraño podía aparecer, o por lo menos eso creía...
Al pasar por los árboles vi sentada a una chica que parecía algo pensativa, mirando atentamente a la luna...
- Hola! - la saludé para que se percatara de mi presencia

Inmediatamente sentí el olor de un humano. Demonios...pensé, lo que menos quería era cruzarme con un humano ahora..Agarré firmemente las rama del árbol en el que estaba sentada, frenando de alguna forma el deseo de atacarla.

La miré con mis ojos negros..más no la saludé, aguanté la respiración..esperando que se fuera.


off: Claro!

Ví que me observaba con cara de pocos amigos, así que no quise molestarla, parecía algo dolida, como si le reprochara a la Luna por algo.
Me llamó la atención su rostro, era raro, sus ojos me penetraron profundamente y una fuerte sensación de terror me invadió al instante y no sabía si comenzar a correr del miedo o quedarme a desafiarla. Me gustó más la primera, aunque pensé que era algo cobarde, así que me quedé parada a pocos metros de ella...
- Te encuentras bien? Lamento haberte molestado, es que caminaba sin rumbo y estoy algo perdida, pero si deseas me voy - mi voz no sonó totalmente convincente y eso me molestó.

- Disculpa, sé que no te conozco, y no soy nadie para decirte o preguntarte algo, pero es que pareces herida. No sé es una especie de intuicion por así llamarlo - me provocaba curiosidad no el hecho de que no me mirara, sino que mantenga su vista en la Lunacomo hpnotizada por su incesante brillo. Parecía ser una jóven solitaria y algo ruda.
- No, no soy de aquí, por eso me he perdido... Mis hermana se debe estar preocupando bastante - miré mi reloj y era bastante tarde.
Pero había algo en mí que me pedia quedarme, como si fuera a descubrir algo.

- Oh perdón... no sabía.... solo dije que era una intuición y a veces suele fallarme..
Pensé que la chica podía ser peligrosa, se veía así pero no le hice caso a mis pensamientos.
- Es que te ves tan fría, tan sola... - la jóven me observaba fijamente y de una manera fuerte, como si intentara decirme algo, algo que ella no quería decirme, o tal vez era mi imaginación, pensé. Seguro, creo que a estas horas suelo exagerar un poco...
- Bien, si no puedes ayudarme, no creo que yo te sirva de mucho...

- Ok tranquila, te dejaré, me iré... No me hagas daño por favor , te lo ruego - mi valor se fue de un momento a otro transformándose en terror. Sus ojos parecían fervorosos y llenos de angustia como si fuera a hacer algo que no quisiera.
Fuí caminando hacia atrás cuidadosamente llena de miedo. Los pies no me respondían mucho pero traté de salir lo más rápido posible, pero en un momento tropezé contra las ramas del piso y un agudo dolor recorrió mi brazo, la mitad bañado en sangre. el li´quido rojo no me daba impresión como a otras personas pero fue tal el corte, que comencé a gritar del dolor, el terrible dolor que me sofocaba en plena noche.
- Ojala alguien me escuhe - pensaba, apenas podía pensar ya que el dolor era fatal.

El dolor me había anestesiado, y poco a poco comenzé a dejar de gritar ya que no me quedaban muchas fuerzas, sabía que si ponía voluntad, no sucedería nada malo, pensé mirando fijamente a la jóven, demostrando furia, tratando de parecer valiente, pero no tenía el suficiente coraje para decir algo, así que traté de incorporarme lentamente con el brazo sano y noté que tomó una expresión bastante extraña, con sus ojos cerrados muy cerca mío, tanto que pude verla mejor y notar sus puños cerrados llenos de tensión, como si fuera a hacer algo de lo cual se arrepentiría.... Supuse ante otra de mis corazonadas.

- Sí que puedes... No quieres - le comenté algo desafiante a la extraña chica que me había amenazado.
Saqué un pañuelo de mi bolsillo con la mano sana y me tapé la herida como pude, por supuesto que enojada. Me incorporé totalmente y ya el dolor no era tanto sino que comenzé a centrarme en su actitud, muy rara. Si me quería matar porqué no lo habrá hecho... pensé. - No no digas eso, acaso eres tonta? - me espetó mi conciencia.
Creo que al ser tan tarde, el frío viento y el mareo de la caída me estaban afectando.
Ya me puse algo mal, mi hermana y mi prima deben estar enfurecidas conmigo o llorando por mi ausencia sin rastros.
- Soy una estúpida, no debí venir aquí - mascullé.

La chica me contestó algo más calmada, se fue acercando a mí lentamente, como si acercarse a mí fuese algo malo, algo prohibido...
- Sí, me encontré contigo pero pensabas dejarme desangrada - le contesté fulminándola con la mirada. Todo esto era tan extraño para mí: una desconocida que me amenaza sin que yo haya hecho nada y luego desea ayudarme... Muy raro