¡Oso corran! (Libre)

Me había despertado esa mañana con ganas de visitar lugares , por la mente se me pasaban muchos , la frontera ya la había visitado , pero a decir verdad quería estar en contacto con la naturaleza , el pavimento no era mi devoción sencillamente , creía muchas veces que si me dieran una casa en un árbol igualmente viviría allí ,era extraño pero muchas veces me sentía en conexión con esta , la naturaleza siempre daba a entender todo antes de que ocurriera algo , solo debías observarla ,como cuando estaba por llover , si te fijabas hacia el horizonte lejano de cualquier punto de vista verías avanzar la cortina de agua antes de que llegara la lluvia a donde tu estabas , incluso antes de que lloviera la atmósfera se ponía mas densa y lo notabas en la piel , eran pequeñas cosas que las percibías con tan solo poner atención , era majestuosa .

El único lugar que se me ocurría para visitar era el bosque, allí de seguro estaría rodeada de naturaleza, por otro lado debía
tener cuidado los paisajes mas calmos podían ser tentadoras trampas mortales ,y podría perder la vida en un simple resbalón o un animal podría atacarme ,igual en eso no pensaría , dejaría el tomar continuamente precauciones por un día.

Brindarme a que el destino me lleve de la mano sin yo interferir con mis pensamientos tontos y miedosos.

Donde me alojaba no estaba muy lejos del bosque así que tarde muy poco en llegar allí , majestuoso se alzaba el bosque , con sus verdes claros y oscuros , llenos de vida ,algunos animales declaraban su presencia , como las aves que con sus cantos llenaban el aire de dulces melodías. Pero de repente algo no calculado , pareció dejar el bosque en silencio , ya a esas alturas me había adentrado bastante en el estaba caminando en zigzag esquivando algunos árboles y arbustos hasta que uno de esos arbustos se movió con rigidez, el bosque seguía en silencio , me acerque a aquella mata de hojas para ver lo que era pero al estar a centímetros de lo que fuera un enorme hocico pardo se irguió de entre las hojas… mis músculos se tensaron como tabla , no podía tragar saliva parecía entumecida por completo , temía correr , los enorme ojos del animal se posaron en mi y un rugido proveniente de la garganta del animal me heló un momento la sangre “ Tranquila ,tranquila ,tranquila” me repetía mientras daba ligeros pasos hacia atrás el animal no se movía pero seguía amenazador ,¿Qué hago?, si corro me sigue , si me quedo me come , si me desmayo me come y si grito se tira sobre mi , “Dios”, seguí retrocediendo , peor esta vez el oso dio varias pisadas fuertes abalanzándose a mi posición sin correr aun …