saceando/ libre

la noche era oscura como ninguna, sin estrellas, el exquisito olor de la sangre me llamaba...un vago pidiendo limosna, aquel hombre tan estropeado por la edad y la calle, tan sucio pero eso no quitaba cierta dulzura, sentia su corazón palpitar muy fuerte, mi garganta quemaba como nunca antes, su sangre cantaba para mi...decidida a sacear mi sed, caminé hacia él, se levantó y se internó en su callejón, sigilosa y silenciosa mis manos se posaron sobre una lata haciendola volar para que aquel hombre se distragera, al voltearse su corazón se desmoronó a mi pies debido a que mis manos lo arrancaron rapidamente de sus fauses, sintiendolo palpitar sobre mis palmas y lamiendo cada gota de aquel exquisito nectar que extinguia el fuego en mi, clavando mis dientes como una estaca en su cuello caliente pero sin movimiento, bebí lo que quedaba, luego de que la delicadeza y suavidad de la bebida surta su efecto, destrozé a aquel vago dejando solo pedazos para los perros... con un pañuelo sequé mis labios y con un poco de agua que habia en un charco limpie mis manos...continue mi camino por el callejón a la salida, mientras que aquella brisa nocturna elevaba mis cabellos y la luna ilumine mi silueta seductora por las sombras de la bohemia...

Salté por los tejados. Mi encontronazo con aquella mujer lobo fue espectacular...pero habian otras criaturas, y su olor era chocante...

Salté nuevamente a un callejón, a tiempo de ver a una mujer dejando a un cadaver a un lado. Caminé hacia ella mientras miraba de reojo los restos del bagabundo.

-sabes? hay formas y formas de comer... y esta no puedo evitar que es un tanto...extraña- me paré a unos metros cerca de ella con las manos en los bolsillos, con una sonrisa en mis labios.

lo siento...pero a la hora de comer...dejar restos no es mi objetivo- susurré sonriente, aquel efluvio era conocido, un vampiro, incluso yo, siendo de la misma especie, aun no me acostumbraba a esa empalagosa fragancia-Audry...gusto en conocerte- asentí mientras me apoyaba en el lado del muro observando su semblante

Miré como dejaba el cadaver en el suelo y me apoyé en la paréd, mientras pasaba unas cartas de poker de mano a mano con agilidad, haciendo el carismatico sonido del pasar de las cartas. Entre estas se podía ver un aura lila.
- Taylor Valentine...el gusto es mio- afirmé, con una sonrisa, mientras el sombrero me tapaba uno de los ojos y el otro brillaba rojo