Habitación de Edward

HABITACIÓN DE EDWARD

Llego desde el piso de abajo y miro la habitación, esta algo revuelta, pero miro por la ventana las grandiosas vistas que se veían desde mi habitación, luego me hacerqué al equipo de música, y puse una canción luego me acerqué al sofa y me tumbe mientras la brisa entraba por la ventana, y yo me ponía a leer un libro -.

Hacía ya un par de horas que no veía a Edward...A decir verdad, a pesar de que solo se tratasen de un par de horas, la necesidad de tenerlo cerca parecía crecer con el tiempo, en vez de aplacarla.
A pesar de tener nuestra propia casa, solíamos, Edward, Renesmee y yo, pasar mucho tiempo en la mansión Cullen, despues de todo allí siempre nos encontraríamos a los otros miembros de la familia.

Paseé por los pasillos algo ecéptica, mas bien pensatíva, mirando de reojo las puertas que estuviesen entre abiertas.
De repente, escuché música proveniente de la habitación de Edward...Estaría él allí?
Me acerqué lentamente, deseando que fuese él mismo quien estuviese, aunque podía ser cualquiera.
Abrí un poco la puerta, susurrando su nombre en su busca.

-Edward...?

Sabia que vendría, cuando oí su preciosa y suave voz susurrando mi nombre, yo estaba en ese momento pasando una hoja del libro que estaba leyendo, con mi blanca y fría mano, después de verla entrar la mire y le dije susurrando - buenos dias - me levanté del sofá y me acerqué al equipo de música para bajar el volumen del aparato de música

-Pensé que también habías salido...

Me mordí el labio inferior, observándo como se levantaba de dónde yacía.
Entonces di un par de pasos hacia delante.

-No hace falta que bajes, me gusta.

Admití, notando que se proponía deshacerse de la música solo para hablarme, aunque eso no fuese necesario.

volvi a poner la música como estaba antes, y después de dejar el libro encima del sofá me acerqué a ella, para abrazarla - no tenía ganas de salir, preferí quedarme en casa a oir música y leer un libro - dije en voz baja, para no romper la rutina que llevábamos

Le sonreí algo ecéptica, era obvio que siempre se diferenciaría un poco de los gustos grupales, supuse que eso era algo que compartíamos.
Puse las manos en mis bolsillos y me acerqué a él de igual forma, probablemente con la intención de apegarme a su cuerpo aunque fuese solo unos segundos.
-No me extraña.
Comenté tras escuchar sus palabras y acercarme a su figura.
Su aterciopelada voz me inducía a sonreir algo estúpidamente y sin quitarle la vista de encima volví a prerrogar.
-Renesmee salió con los demás?

vi como se acercaba, me abrí un poco de brazos y le di un abrazo, para que tocara mi fría piel, luego cerré los brazos - salió a la calle - le dije mientras empezaba a entrar una pequeña brisa por la ventana que daba hacía el bosque, luego miré hacía la ventana - te apetece? -.

-Ni siquiera hace falta que me cargues mas.
Admití algo divertida mientras me balanceaba sobre mi propio cuerpo.
Entonces me quedé estática unos segundos, escuchando con detenimiento el vacío sonido del lugar.
-Renesmee esta en casa.
Dije esfilando una leve sonrisa, para asi tomarle la diestra con delicadeza, rozando lo que ahora, gracias a mi estado vampírico, era calidéz en su cuerpo, lo cual me hacía sonreirme.
-Vamos por ella, Edward.

después de un rato por el bosque entro por la ventana que siempre suelo tener abierta, después de aber ido a cazar, llegué y no vi a Bella en la habitación, y pensé que se habría ido a cazar, aunque no estaba muy acostumbrada a ello, pero tenía que acostumbrarse a este tipo de vida, luego me hacerqué al sofá blanco y quité el libro que encima del sofá y lo coloqué en la estanteria

Volví a la habitación de Edward tras salir a comprar comida para Renesmee, ya que era la única en la casa que comía, pero no por eso dejaría de atenderla.
Entré silenciosa, aunque sabiendo que él se daría cuenta de mi presencia.
-Estas ocupado...?
Prerrogué en voz baja, en caso de que su concentración fuese necesaria, no fuese interrumpida por mis palabras.

super que venía mire hacía la puerta cuando se acercó - para nada, estaba recogiendo lo que dejé anteriomente - dije poniendo un poco de música con el volumen bajo, puse la priemra canción que escuchó Bella en esa midicadena, luego la miré y le dije - te acuerdas...? -.

Sonreí divertida ante su recordatorío, cómo no iba a recordarlo? Pensé, era un momento inolvidable para mi, no podría borrarse jamás de mi memoria.
-Imposible olvidarlo, Edward.
Dije afirmando mis pensamientos, ya que sabía que no podría leerlos, y tras hacerlo, me mordí el labio inferior, mientras le observaba desde la puerta, contemplando su eterna belleza.

me puse mirando hacía ella y le dije en bajo - bailamos... - le dije abriendo mis manos para bailar, todo esto me recuerda al primer día que estuvo en mi casa, cuando me dijo que no sabía bailar, mi sonrisa estaba intacta en mi cara-.

Ladeé la cabeza negando algo divertida por la requesta.
Hice un paso atras, como si me aterrara el bailar, definitivamente nunca había sido mi fuerte.
-Creo ya haber pasado por esto...
Comenté algo irónica, riendome para mi misma de eso.
-Sabes que no bailo.

esta vez si lo aras... ya bailamos una vez, en la fiesta del fin de curso por una vez mas no pasará nada... - dije acercandome a ella paso a paso, lentamente, mientras que la música seguía sonando de fondo -.

Hice otro paso a tras, talvez retractándome de lo sucedido ese dia, solo bailé porque era la fiesta de fin de curso, pero, ya era pasado, o por lo menos, no tenía porqué repetirse.
-Oh, Edward...No tiene porqué repetirse.
Me mordí el labio algo nerviosa por la situación, no quería volver a hacer algo que sé qe hago mal.
-Sabes que soy terrible.

di unos pasos más hacía adelante, mientras que la música seguía sonando, estaba cerca de ella, y miraba sus ojos atentamente - enga... no te are bailar... pero no me negaras un abrazo verdad? - dije abriendome de brazos -.

Paré mi ritmo de pasos hacia atrás, para asi dedicarle una fina y leve sonrisa divertida.
Claro que no le negaría un abrazo, menos ahora que podía ser eterno sin riesgo alguno, pero, por un segundo me quedé inmóvil.
Luego, dí un par de pasos hacia delante, acercaándome a él y entonces si, contestando a su prérroga.
-Claro que no, Edward.
Comenté, finalmente, apoyándome en su figura, reposando mi rostro en su pecho para asi rodearlo con mis brazos, pequeños a comparación de los suyos.

la abrazé, hacía dias que no la abrazaba, ya echaba de menos sus abrazos, Renesmee requería tanta nuestra atención que no teníamos casi tiempo para estar a solas, pero no me entriztecía para nada, con tal de que nuestra hija fuera feliz - ya echaba de menos uno de tus abrazos -.

-No deberías, siempre hay cuando los quieras, Edward.
Le sonreí, aunque no pudiese verme por la posición que manteníamos, abrazados.
Me mantuve reposada sobre su pecho, mientras me dejaba retener en sus brazos, la verdad era que yo también extrañaba ss abrazos.

los abrazos que no solíamos dar antes, más a menudo, eran como si encontrara la paz en un mar de dudas, pero ahora no existen dudas entre nosotros, ahora sólo era felicidad tras felicidad aunque ya la amaba mucho, cada día junto a ella era fantástico, lo que me gustaría y me seguía frustrando era saber porque no le podía leer la mente, sería por protección o algo así?

noté como se separaba de mí un poco para mirarme fijamente a los ojos, en ese momento yo tambien la miré fijamente a los ojos, ya que era algo irresistible para mí, puse mis manos en su cintura, asi dejandola un poco libre y luego oí su dulce y apasionada voz, para mí - pues la verdad, esque no había pensado un lugar a donde ir o algo que hacer - le dije susurrandole, ya que aquel momento que teníamos en voz alta se estropearía un poco, sonreí para esperar la respuesta de mi esposa, dijera lo que dijera no me iva a molestar, porque lo que le gusta a ella me gusta a mí, el amor que teníamos entre los dos era mútuo, luego me acerqué para besarla, es lo que me apetecía en ese momento, ya que un beso suyo era como la paz total que sentiría por todo mi cuerpo-.

subí mis manos lentamente, pasandolas por todo su cuerpo hasta llegar a su rostro, lo acaricie levemente y le puse mirandome hacía a mí, cerré los ojos y me acerqué a sus labios lentamente, hice contacto con mis labios en los suyos, y la besé lo más dulce posible, ya que le debía un beso de ya hacía tiempo, ese beso me dio como un frescor por todo el cuerpo, como si tuviera paz, y no quisiera parar nunca de lo que estaba haciendo en ese mismo instante