Caza para despejarme (LIBRE)

Los días pasaban sin que tuviera consciencia de ello. La gente de mi alrededor hacía planes y planes sobre sus cosas, y por alguna extraña razón yo no podía hacerlos. Tan pronto me sentía totalmente sola como me sentía demasiado abrumada por la gente que me rodeaba.

Decidí ir a cazar algo por el bosque, más por puro entretenimiento que por sed. Comencé a inspeccionar una zona del bosque en busca de algún animal interesante.

Cada tantos metros por los que caminaba, iba encontrando a mi paso un montón de cadáveres de animales, algunos incluso agonizaban todavía. ¿Qué habría causado aquello? O quién...

Un aroma desconocido se filtró por mi garganta. Lo vi llegar a lo lejos, así que entrecerré los ojos. Era un acto-reflejo, pues no por cerrarlos más iba a ver mejor. Observé que llevaba las ropas manchadas. ¿Habría sido él el causante de aquél desastre.

-Algunos también queremos alimentarnos -dije señalando los cadáveres, sin quitarle ojo a aquél chico.

Estreché su mano con indiferencia. ¿Otro lee mentes, o quizá una mezcla con otro don? Estaba cansada de ver vampiros con esos dones, quizá les parecía gracioso saber más que los demás pero a mí no me inspiraban más que indiferencia. Sabía que ellos no sabían lo que era llegar a sufrir por un don tan...terriblemente no aceptado por la sociedad de los fríos.

-Thais Puckle, aunque veo que ya lo sabes -dije con un tono monótono-. En realidad me da igual si cazas o no, o qué criatura sea la que caces. Lo único que decía es que yo también necesito alimentarme. Por si no lo sabías, somos muchos los que vivimos por aquí, Luke, y algunos no tienen una actitud tan pacífica como la mía.

Tensé una sonrisa mientras lo observaba. No parecía demasiado mayor ni para ser vampiro. Me preguntaba cuantos años tendría, no en apariencia, si no en realidad.

Incliné la cabeza hacia un lado. ¿Veía el futuro? Al parecer Luke y yo teníamos más en común de lo que en un principio había esperado... Aunque sabía que su don y el mío, a pesar de basarse en lo mismo, en visiones, eran muy diferentes.
En cambio del mío, parecía que él estaba orgulloso (o al menos le gustaba) al hablar de su don. Yo huía del tema siempre que me preguntaban.

Sus palabras no hicieron más que sorprenderme. Al fin y al cabo, no era tan estirado como me había parecido. Al contrario, me ofrecía un lugar donde alimentarme.

-Gracias, supongo -murmuré echando una ojeada hacia donde él me indicaba, un claro.

De repente mi garganta dejó de arder. Puse los ojos en blanco y pateé una piedra. Era algo irritante que me solía ocurrir varias veces. Miré a Luke. ¿Cómo se lo iba a explicar ahora?

-Esto...Luke, gracias por lo de los alces, pero creo que no tenía demasiada sed. Supongo que solo me había enfadado un poco porque no habías dejado nada... Discúlpame -menuda excusa idiota, pensé.

Me mordí el labio inferior esperando que se lo tragara, era difícil que alguien entendiera que la sed de un vampiro podía variar según su estado de ánimo.

-Entonces, ¿por qué mataste a tantos animales? -pregunté sin entender a Luke.

Sin esperar una respuesta, me quedé observando el claro. ¿Sería cierto lo de su don? Al cabo de unos segundos, apareció la familia de alces, tal y como había profetizado aquél vampiro. Lo miré de nuevo satisfecha de que me hubiera dicho la verdad, lo cual en toda mi vida pocas personas habían hecho. Eso me dejaba muy, muy buena imagen de él.

-¿Eres de por aquí? -le pregunté con algo de curiosidad, no lo había visto nunca por allí aunque mis visitas al pueblo eran muy reducidas, prefería quedarme en el campamento con los demás.

-Sabes, entiendo tu situación. Yo antes también fui vampiro común, pero de eso hace muchas décadas... Y sobre el bosque, te pediría que la próxima vez tuvieras más cuidado. Necesitamos dejar la fauna del lugar para los vegetarianos -dije firmemente aunque no pude evitar esbozar una sonrisa.

Lo que dijo a continuación me sorprendió. Lo miré de nuevo con una expresión de extañeza.

-¿Conoces a Marla? Vaya, más casualidades... -murmuré en voz baja-. Ella es una de las personas que mejor me han tratado desde que llegué a Forks. La familia Matthews son muy especiales para mí.

Suspiré al recordar el estado en el que se encontraba Marla en aquél momento. De nuevo me mordí el labio inferior. ¿Encontraríamos una solución para ella? Quién sabía...

¿Debía contarle a Luke lo de Marla? Prefería no hacerlo, no era de mi incumbencia y pensé que quizá debía contárselo ella misma.

-Creo que será mejor que lo veas por ti mismo... Si no te molesta, claro. En realidad no sabría como explicártelo, es lo más extraño que he visto en toda mi vida y, créeme, he visto cosas muy extrañas... Ahora ella se encuentra en mi casa...bueno, en un campamento que tengo con dos amigos. Puedes pasarte cuando quieras, serás bien recibido -le aseguré con una pequeña sonrisa.

-Por allí -señalé hacia el este, por detrás de la nube de árboles.

Eché a correr entre los árboles. Luke parecía verdaderamente ansioso de ir al campamento, así que no quería hacerlo esperar.

OFF: ¿Podrías abrir un tema allá en el campamento ? Ya hablé con Marla y ella entrara luego .