Fachada

Tenía varios lugaras en mente -Mmm... la verdad me gustaría visitar varios lugares- El esperaba la respuesta asi que continue -A ver... tal vez Paris, Egipto o las Amazonas-

Pensé por un momento en las posibilidades -Pues vamos primero al Amazonas, luego a Egipto y por ultimo a Francia. ¿te parece?- Le pregunté sonriendo, me gustaba la idea de ir a aquellos lugares con él.

Me encogí de hombros -En avión no podemos... creo que no nos queda mas que ... corriendo- Lo miré esperando su respuesta.

Luego recordó algo -¿Y tu auto?- Lo encontré algo ilogico, pero no estaba de mas preguntarlo.

Lo miré sonriendo un momento -Nos vamos en cuanto me bajes- sonreí aún mas -¿O me llevaras tu?- Le brormeé sonriente

-Bobo- dijer riendo a la vez que le daba un golpe en uno de sus hombros -Me refiero, a si nos vamos en tu auto- Seguí riendo por un momento.

Me acerqué mas a su rostro y susurrandole en el oido -Yo me quedaría siempre asi- Besé su cuello, esta vez algo mas efusiva. -Pero... creo que mejor me bajas-

Cerré los ojos cuando me besó. respondiendole el beso.

-Vamos entonces- Le respondí sonriendo cuando me bajo.

Me subí al auto sentandome en el asiento del copiloto, esperando que nos marcharamos. Una idea recorrió mi mente, reí por lo bajo.

-Me gusta tu auto- Dije distraidamente.

Me encogí de hombros -Supongo que debes ir hacia el sur- Dije nuevamente algo distraida.

Miraba por la ventana hacia afuera, pensando.

Me cruzé hacia su asiento, sentandome sobre el, sabía que era una locura aun asi no me detuve. Comencé a besarle se cuello, luego desabotone su camisa para besar su pecho. Hace tiempo que quería hacer aquello.

Lo miré con una sonrisa maliciosa en mi rostro -Disfruto el viaje- Me concentré en sus musculos, que besaba uno a uno... sus hombros, su cuello... estaba sentada sobre él, con mis piernas flexionadas. Luego lo besé en los labios, primero tiernamente pero luego algo mas salvaje

Rio junto con él -Ya te... me haces... irresistible- Dije entrecortadamente mientras lo volvía a besar en los labios. Pensamientos inundaban mi mente, pero una pregunta mas que otra ¿Que me estaba pasando?

-Pero creo que te dejaré manejar por ahora- Diciendolo me volvi a mi asiento, ya tendría tiempo luego para hacer lo que quisiera... le guiñé un ojo.