Lago (Exterior)

Había esquivado ir al pueblo, pues por el momento prefería que Rinoa no supiera de mi vuelta. En realidad no sabía si debía quedarme o no... Pero cada vez me sentía más ligada a Forks y la tontería de irme para que a Rinoa se le cumpliera mi visión la veía algo extraña y... infantil. Quizá tan solo había sido una reacción de mi mente ante una posible nueva vida en Forks. Quizá mi mente no asimilaba que todo en mi vida esta vez podía ir bien.

Spoiler:

Vagabundeé por los alrededores del campamento sin rumbo fijo. Llegué al muelle del lago y me senté al final. Mis pies casi tocaban el agua. Pensé en bañarme, pero no tenía bañador y estaba bien allí sentada sin más compañía que el ruido de las hojas de los árboles de alrededor al moverse...

O eso creí.

Giré la cabeza al escuchar mi nombre tras de mí, unos metros más allá. Era Noah.
No supe que cara poner, nuestro último encuentro no había sido demasiado bueno y no sabía cómo le sentaría saber que había vuelto... En realidad, sí lo sabía. Le molestaría.

Me levanté y me quedé parada, viéndolo.

-Yo...hola -dije.

Me hubiera gustado decirle que no era asunto suyo, de hecho lo hubiera hecho de no ser que era él...que era Noah. No podía hablarle así, a él no.
A pesar de estar hecha un lío hace unos instantes, mi voz sonó clara y segura.

-No -dije sin moverme de donde estaba.

No me aparté cuando me abrazó, y le devolví el abrazo. La lluvia comenzó a empaparnos a ambos, entonces me separé y miré al cielo. Luego volví mi mirada hacia él y no pude reprimir una sonrisa.

-Yo también te eché de menos -le dije sonriendo.

En cuanto se aparto y la vi sonreir, tambien sonreí, de la nada la lluvia ceso apareciendo algunos rayos de sol. Que raro, pense mirando al cielo. Recordé el dia en el acantilado con Marla.

-¿Ya viste a Marla?- Pregunte sentandome en el muelle, no queria entrar a la casa. No soportaba verla asi, me quede mirando el agua.

Me senté a su lado. En su tono de voz y rostro podía ver que estaba sufriendo por su hermana, igual que todos los que la queríamos. Me maldije por haberme ido y dejarle solo con todo aquello.

-Sí, estuve con ella... Siento todo lo que está pasando -dije y miré hacia el agua-. Pero seguro que se pone bien, encontraremos la solución -le prometí.

Seguí mirando el agua, mientras jugaba con mis pies -Se ve tan fragil asi. Pensar que ella era la que cuidaba de mi, y mirala ahora-

No me gustaba verlo así, me mataba. Me incliné para delante para verle mejor y le sonreí un poco.

-Se pondrá bien -le volví a decir. A pesar de su debilidad en aquellos momentos, Marla era fuerte y no se daría por vencida fácilmente.

-Eso espero- Le sonreí, sabia que Marla no se dejaría vencer.

-Thais ¿Que te trajo de vuelta? Digo, no es que no este feliz de verte, pero te veias tan segura al marcharte. Se que hay una razon para que hayas regresado- la mire a los ojos

Suspiré. Esta vez bajé la cabeza y me quedé mirando el agua del lago bajo mis pies.

-Es...extraño. Estaba en un museo y vi el rostro de Franco reflejado en una de las vitrinas. Sus ojos me llevaron a una visión de él, de nuevo, transformándose... Era horrible -cerré los ojos al recordar el dolor-. Entonces algo me dijo que debía volver... Debía impedir su transformación.

Miré a Noah. Sabía que parecía estúpida, siempre me guiaba por mis corazonadas que pocas veces eran ciertas.

Escuché atento su relato, pero no entendía el porque el no debia ser convertido. -¿Sabes que Marla ya accedió a convertirlo?- Le pregunte al distraido, luego agrege -Aunque creo que tiene una razon, no beber su sangre... ya que Franco, le ofrecio beber su sangre, con tal de que se pusiera bien-

Intenté no alterarme, pues lo que dijo Noah me recordó a la maldita de Tanya Denali. Solté un bufido y puse los ojos en blanco.

-Sí, ya me enteré... Pero sé que no es el momento todavía, Noah. Franco no debe ser transformado aún. Tantas visiones...es como si me persiguieran. Como si me advirtieran.... Lo sé, suena idiota -reí un poco por mis propias palabras.

Asentí, sabía que Noah tenía razón.

-Lo que él quiere pasará...lo he visto, así que pasará. Pero...todavía no debe pasar -murmuré con la cabeza agachada-. Solo pido que confiéis en mí.

-No necesitas pedirlo, ya lo hago- Le sonreí luego agrege -Pero encargarte de hablarlo con Marla, y quizas tambien con Franco- El ya era parte de nosotros, aunque siguiera siendo humano.

-Lo haré, hablaré con ambos sobre eso... -no les contaría lo de la visión, al menos a Franco no. No quería asustarlo y mucho menos que decidiera no querer convertirse en uno de los nuestros...aunque eso era prácticamente imposible. Lo único que él quería poder estar con Marla, y para eso era conveniente que fuera convertido...por seguridad.

Me quedé embobada mirando el agua, sumergida en mi propia laguna de pensamientos.

Negué con la cabeza.

-Nada interesante, solo estuve "de paseo" por Europa... Supongo que convenciendome a mí misma de algo falso... En fin, la verdad no quiero hablar de eso -dije quitándole importancia al asunto-. ¿Qué hiciste tú?

Lo observé ahí tumbado, estaba muy afectado por lo de Marla, lo sabía. Suspiré y fijé mi vista en el lago tranquilo. Hundí de nuevo los pies en el agua.

-Deberías distraerte, Marla se encuentra mucho mejor. Podríais ir tú y Jerik a dar una vuelta estilo chicos, no sé... -no se me daba bien dar consejos, así que me callé.