Caminata...

-Yo no bromeo- Dije seriamente, y comence a correr por el bosque con una velocidad impresionante, esperaba que el chico me siguiera. Sabía que me alcanzaría en cuestión de segundos.

Cuando estuvimos lo bastante alejados de Elisa me detuve y le pregunté -¿Acaso corrías de esa forma antes de este día?- Conocía la respuesta, aquel chico de seguro jamás imaginó algo asi. Me acerqué lentamente a él, evaluandolo con la mirada.

Sin perder el contacto visual que tenían me acerqué lentamente bamboleandome al caminar, lo tiré contra un árbol nuevamente y acercandome mas aún, le susurré en su cara, junto a su boca -¿Asi que aún no crees?-

Sus ojos se estaban volviendo poco a poco escarlatas, la se comenzaría a apoderarse de el -Dime... ¿Cuál es tu nombre?- Lo seguí mirando, recordando que aún no sabía como se llamaba. Le sonreí maliciosamente y le dí la espalda, pobre día que mala suerte para él encontrarse justo conmigo en aquel bosque, quizás otra hubiera podido calmarse. Me apoye junto a un árbol.

-Me gusta mas... Jack- Dije sin despegar la vista de él, ahora debería controlarlo. En ocasiones anteriores cuando no habia acabado con mis victimas los dejaba tirados a su suerte, esta vez creo que seria distinto.

-Dentro de poco sanara, y nada te podrá hacer daño- Le indique al notar que miraba su abdomen

-¿Adonde crees que vas- Le dije mientras lo sostenía firmemente de uno de sus brazos. No podía dejarlo irse -Intentes lo que seas no podras morir...- Lo mire fijamente a los ojos una vez mas -No dire que lo siento por haberte hecho esto, no seria verdad. Pero te puedo ayudar a soportarlo- Seguía manteniendo su brazo firme ¿Acaso estaba sintiendo compasion?

-Claro que no eres un crio. Se nota con solo verte- Me coloqué por su espalda, lamiendo las partes donde aun le quedaba sangre. Luego llegué hasta su cuello, ya casi su herida estaba sanada. Jugué con el lobulo de su oreja en mi boca y le dije -No tienes porque irte-

-Claro...- Sonreí maliciosamente al decirlo, podría juguetear un rato con el, no estaría nada de mal -Por lo pronto, olvidate de volver a tu hogar. Podrías acabar con los humanos del pueblo- Mirando sus musculos agregé -Tu fuerza podría dañar a cualquiera en cuestión de segundos-

-De momento el bosque es el mejor lugar, hasta que calmes tu sed- Dije sin importancia y comencé a correr, instandolo a que me siguiera. Llegamos a un lugar alejado, en el había un lago. Me zambullí en el, es agua estaba fresca

Me zambullí por un momento, me encantaba nadar, el contacto del agua con mi piel me encantaba. Cuando salí a la superficie exclamé -Sabría que te gustaría ser como yo- Luego medité un momento, no le ocultaría nada, yo tuvé opción, pudé elegir... -Puedes alimentarte de sangre humana o animal, ahora existen los que se llaman... vampiros vegetarianos. Aunque claro, yo no soy de esos- Sonreí ampliamente.