[LiBRe] Después de la tormenta viene la calma.

El tiempo habia pasado, como cualquier otra cosa. Habia pasado un tiempo de aqui para alla como nomada pero volvi a Forks, el lugar donde tantas cosas habian pasado y esperaba con ansias ver de nuevo a mis amigos. Llegue al pueblo en mi convertible con lentes y una camiseta suelta, la razon era que venia de California.

Me mire de arriba a abajo y pense en que tal vez debi haberme cambiado antes de venir pero al ver a alguien que queria ver desde hace mucho me detuve y me baje del coche a velocidad vampiro. En un segundo estaba a su lado.

-Sorie.-Le dije saludandola con una vocesita aguda y sonrei al verla sana y salva.

Justo cuando estaba terminando de atar los cordones de mis zapatillas y me ponía en pie...casi me caigo al suelo de la impresión. Alguien había aparecido a mi lado de repente y me había llamado con el diminutivo del diminutivo de mi nombre. En otras circunstancias eso me habría molestado, pero ahora...estaba demasiado sorprendida como para molestarme, al menos por ahora.

-¡Mary Kate! -exclamé, mientras sin pensarlo le daba un pequeño abrazo, algo torpe porque yo no acostumbraba dar abrazos y no tenía ni pisca de idea de como dar uno correctamente. - Pasó mucho tiempo, te extrañaba... -murmuré mientras undía el rostro en su cabello...Olía a vampiro, eso me gustaba.

Me reí por su calido recibimiento, esto se sentía bien, su abrazo se sentía como casa de nuevo.-Espero que no me hayas extrañado demasiado.-Le bromee mientras correspondía a sus torpes brazos que parecían no haber dado un abrazo nunca, eso es lo que la hacia diferente y eso era lo que me gustaba de ser su amiga. Nunca veías lo que se venia. Me separe y la vi de arriba abajo, se veía mucho mas sana que antes.

-Igual yo, extrañe todo pero…!Estoy de vuelta!.-Sonreí completa e íntegramente brindándole todo lo que quería decir con esa sonrisa. Luego me voltee para ver el resto del lugar, algunas tiendas, gete pasando monótonamente por las calles sin ningún rastro de curiosidad en sus miradas. No parecían sorprenderse por la escena.

-Me tienes que contar que ha pasado. Actualízame.-Le dije mientras caminaba hasta mi coche, el cual había cambiado en California ya que era mayormente soleado. Cambie mi coche por un Lamborghini vampiro convertible, unico en su categoria, vaya ironía pero si, era rápido y lujoso además de ser justo lo que buscaba. Y como por si fuera poco, los vidrios polarizados me cubrian totalmente de el sol.

Spoiler:

Ahora que estaba con Mary Kate me sentía más feliz que de costumbre, era como si una parte de mí hubiera regresado. Ahora era cuando comprendía que no estaba tan sola en el mundo...pero sin embargo, estaba más sola que antes. ´

¿Cómo explicarle lo que había ocurrido? Ni siquiera yo lo sabía a ciencia cierta, solo sabía que poco a poco todos desaparecieron sin dejar rastros. Ali, Ashley, Zafri... todo el mundo se había ido. Por primera vez Forks me había parecido un pueblo deprimente.

-No se que pasó, Mary Kate. Todos...simplemente se fueron. Desaparecieron de un día para el otro y jamás regresaron. Forks se volvió un infierno. -le respondí, mientras desviaba la mirada hacia su auto. Acababa de recordar lo aficionada a la velocidad que era mi amiga.

Mire hacia los lados, todo era muy raro, la manera en que poco a poco los vampiros se habian ido de Forks.-Yo...-Carraspee varias veces.-Bueno, estuve en varias partes, buscando...No se ni que buscaba, creo que supuse que habia alguna cura para la enfermedad esa tuya.-Me encogi de hombros, estaba un poco desilucionada de que el tiempo que habia perdido alrededor de el mundo no hubiera dado los frutos que deseaba.

-En fin, veo que estas mejor.-Le sonrei feliz de ver lo que me mostraban mis ojos. Una sana y algo mas alegre Soria, al menos mas alegre que cuando la deje.

-Quieres dar un paseo?-Le propuse pasando una mano por mi nueva "Adquisicion"-Es nuevo y mejor que nunca.-La mire de reojo recordando que era una humana, a los humanos no les agradaba ir en un coche conducido por alguien como yo.-Prometo ir a menos de 200km por hora.-Le volvi a sonreir de lado a lado y abri la puerta del piloto esperando que asintiera.

-Sí, de momento me siento mejor. -le comenté a mi amiga, aunque luego me arrepentí del "de momento". Me sorprendió un poco eso de la búsqueda de Mary Kate, pero cada quien debería encontrar sus propias respuestas, por lo que lo vi como un despiste natural. Aun así no pude evitar sentirme al menos un poco mal cuando dijo algo sobre mi cura. No consideré apropiado decírcelo pero por el tiempo que se había ausentado aunque hubiera encontrado la cura talvez yo ya estaría muerta. Sin embargo, allí estaba yo.

-No...no te tendrías que haber molestado en buscarme una cura...Lo siento. -murmuré, para luego asentir a la proposición del paseo. Inmediatamente fui hacia el automovil y Mary Kate me abrió la puerta para que ingresara. Obviamente lo hize.

-¿200 km? Porfavor Mary Kate, sabes que esto puede mucho más que eso. No tengas piedad por mí, sabes que me encanta como conduces. -la animé. Quería sentir que iba a morir en un accidente de autos de nuevo,

Me subí al coche, debía admitir que estaba algo emocionada por su aceptación hacia mi forma de conducir. Era realmente fastidioso tener que ir a velocidad humana cuando tenias un coche que podía correr casi mas rápido que un carro de la formula uno. Además esta adquisición no se había hecho para malgastarse.

Sonreí y le señale su cinturón de seguridad.-No quiero accidentes.-Le dije sin poder ocultar mi propia felicidad.

Moví la palanca de velocidades y tan pronto como lo hice el coche empezó a correr saliendo de su puesto originario en una maniobra que los policías considerarían como “peligrosa”. Pero no era así conmigo, nada era peligroso mas que tal vez yo misma, no necesitaba mas de la concentración promedio para ser mejor que cualquier humano manejando, era un vampiro, usábamos nuestro cerebro en un 100% y teníamos la agudización de los sentidos, además de que había pasado la mayor parte de mi existencia de una ciudad a otra siempre en coche.

-No puedo creer que te dejaran sola.-Me aferre mas al volante y la mire de reojo, eso habia sonado casi tan amargo como un reclamo.-Si hubiera sabido, simplemente no me hubiera ido.-Lamentaba muchas cosas de mi existencia y dejarla sola era una de esas cosas. Mas que todo por que debió haber sido frustrante no saber absolutamente nada de los vampiros durante tanto tiempo, pensando que tal vez había sido tu imaginación, pensando que tal vez eran solo los efectos secundarios de una enfermedad. Deseche ese pensamiento y acelere la velocidad un poco mas, ya casi llegaba a los 300 pero no había policías alrededor asi que alcanze dicha velocidad esperando subir mas. Suspire.-¿Ya comiste?-

Mary Kate estaba más que convencida ante la idea de conducir tan velozmente como su automovil se lo permitiera. Me abroché el cinturón de seguridad a su señal, justo a tiempo para no salir disparada por el parabrisas al tomar una curva de cualquier manera menos delicada. Si bien me aferraba con uñas y dientes a mi asiento, y ocasionalmente a mi cinturón de seguridad, no tenía miedo de chocar...el miedo a salir volando era otro más racional y más factible, pero en teoría confiaba en las habilidades de mi amiga como conductora.

Esa era una de las ventajas de los vampiros. Teniendo esos supersentidos ¿Quién necesitaba tomar las precausiones que los humanos lógicos tomaban? Además eso de tener super sentidos era más que positivo. Y pensar que por un momento, cuando ya no quedaba ningún vampiro quedaba en Forks, que mi fértil mente habría imaginado todo eso... No es que no tuviera la capacidad, porque justamente el tener la capacidad de poder imaginar cosas así me habían hecho dudar de todo, pero encontrarme con Mary Kate me había comprobado que no. Todo había sido totalmente real.

-No los culpes, ellos tienen sus vidas. -intenté apaciguarla cuando ella se "quejó" de la actitud que habían tomado los demás vampiros. -Tú tambien tienes tu vida... Ya ves que no estoy muerta. -dije intentando animarla, aunque lo cierto era que eso se me daba fatal.

El marcador del auto ya superaba los 300 km...preocupante. Mary Kate me preguntó si comí. No lo había hecho. Evalué la posibilidad de que si le decía la verdad, se molestaría y aumentaría la velocidad, de modo que...

-Sí, ya he comido. -le dije no muy segura. Mentir se me daba fatal si estaba nerviosa...o volando a 300 km por hora.

¿Sabes que “técnicamente” hablando no tengo vida?-Le sonreí con mi mal intento de hacer un chiste, no era buena con el humor.

Un día Mary Kate se encontró con su humor, se metieron en una pelea y ella lo mato. Era más fácil pensar que había perdido mi sentido del humor que pensar que nunca había tenido uno, cosa que probablemente terminaría siendo la opción cierta.

-Me alegro de que no estés muerta, sino iba a tener que ir a vengarte por ahí. Lo que me preocupa mas es que nadie mas sepa que tu sabes nuestro secreto, los Vulturi se llegan a poner muy delicados con ese tipo de temas.-Bufe sin ganas. La verdad el solo mencionar ese nombre me daban nauseas, no los odiaba por que nunca me habían hecho nada malo y, a decir verdad, siempre me había encargado de que sus reglas fueran atacadas pero habían momentos en los que sus decisiones no hacían el completo sentido.

Ella respondio a mi pregunta pero no dijo la verdad.-¡Ja! Claro que no, eres una mentirosa.-Le dije sonriente, sin preocupaciones.

Lo notaba por el latido de su corazón, el corazón bombea mas sangre cuando estas nervioso y por lo tanto anda mas acelerado. La mire mientras se agarraba del asiento como si su vida dependiera de ello y termine bajando unos veinte kilómetros a mi velocidad.-Lo siento.-Me disculpe sinceramente dejando la manos fuera de el volante por unos segundos.-¿Qué quieres? Hamburguesas con queso, Sushi, ¿Una ensalada?

Algo en Mary Kate me hizo pensar que había perdido su capacidad de burlarse de la vida, pero de todas formas todos habíamos cambiado. Aunque fuera un poco. Aun asú su comentario me cayó en gracia; el humor ácido se me daba muy bien.

La observé incrédula (aunque el cabello tapaba mi rostro a causa del movimiento) en cuanto hizo el comentario de vengar mi muerte. Sí como no... ¿Y de qué manera pensaba hacerlo? Bien pensado, Mary Kate...

-Pues conviérteme en vampira y no habrá Vulturi que valga. -le espeté. Poco después me di cuenta de que eso desencadenaría una discución y malhumor por parte de Mary Kate, pero ya qué. Aun seguía deseando convertirme en vampira, pero ahora que mi salud estaba mejorando dudaba de que me permitieran transformarme. Era como pedirle matrimonio a alguien que te detesta, mas o menos.

Me pregunté por un momento como habría descubierto Mary Kate que no había comido...oh claro, mi corazón desbocado. Pero eso lo podría excusar, podría decir que era a causa de la velocidad a la que nos movíamos.

-No estoy mintiendo, mis nervios son por la forma en la que conduces. -volví a mentir. Además, lo único que me apetecía comer era un helado.

-Bueno, no necesitamos comer sino quieres.-La mire sin ninguna sorpresa en mis ojos, sabia que desde hace tiempo ella esperaba ser uno de nosotras y quise ser sincera con ella. Suspire y volví a poner la mirada sobre la carretera para que no se asustara, no había ninguna forma en la que ocurriera nada malo conmigo al volante pero ella no lo sabia, ella nunca habia experimentado esto.

-Pensé en eso, es decir, antes de verte sana como estas ahora.-La mire de reojo, entre curiosa y algo ansiosa por saber lo que tenia que decir.-Sabes lo que pienso de los vampiros y la inmortalidad pero por un segundo pensé que era egoísta de mi parte dejarte morir.-Me encogí de hombros, gesto que indicaba que yo no le daba mucha importancia a pensamientos del pasado y ella tampoco lo debería hacer por que ahora estaba bien, sana y feliz.

-No es que te diga que estoy dispuesta a hacerlo y menos ahora que estas mucho mejor pero si se diera la ocasión de que tuviera que elegir entre una Soria con inmortalidad y una Soria muerta definitivamente terminaría eligiendo la primera opción.-Nunca pensé que esas palabras salieran de mi boca pero ella sabia lo mucho que me importaba y lo mucho que me dolería verla irse. No podría aguantar el ver mas gente sufriendo a mi alrededor, simplemente me rehusaba a quedarme de brazos cruzados.

-Por los Vulturi no te preocupes, la mayoría de el tiempo están ocupados en otras cosas, en problemas mas importantes.-A menos de que algo en Forks los alertara estábamos a salvo.-En el peor de los casos, me podrían pedir que te convirtiera.

Puse los ojos en blanco, no lo haría aunque ellos me lo pidieran y si lo hacia la haría esperar al menos unos cuantos años a que creciera.

Bien, al menos había ganado la batalla de la comida, pero la importancia de esta no se comparaba con la de una posible inmortalidad. Deseaba mucho que me convirtieran, demasiado, pero sabía que con Mary Kate eso sería algo muy dificil, por no decir imposible...bueno, no imposible. No sería imposible hasta que creyera que era imposible.

Maldita fuera mi salud, eso fue lo que pensé. Ella decía preferir a una Soria inmortal que a una Soria muerta. Eso tenía sentido. ¿Pero acaso no prefería a una Soria feliz que a una infeliz? Porque esto de seguir siendo humana no me estaba haciendo muy feliz que digamos. Aunque... no veía que mi vida pudiera cambiar demasiado convirtiendome en vampira. Mi vida seguiría siendo tan vacía y sin sentido como antes, con la diferencia de que ahora duraría para siempre, o hasta que me decapitaran. Lo primero que sucediera.

Algo era seguro, a Mary Kate no le importaban semejantes trivialidades del pasado. Para ella solo importaba el presente...

-Eso es injusto. -murmuré mientras me cruzaba de brazos, dejando de sujetarme del asiento del copiloto. Y de nuevo, Maldición. Los Vulturis, pues claro que tenían muchas cosas que hacer, demasiado importantes como para tomar medidas contra una humana demasiado informada. Mi última carta bajo la manga se había perdido. Ya no había nada que hacer. De momento, debía resignarme a seguir humana (cosa no tan mala porque un suicidio sería más que simple) o buscar alguien que me convirtiera. Un vampiro nómada no podría resistirse demasiado. Si...

-Ser humano apesta. -refunfuñé mirando al frente. Una fina linea surcaba el espacio entre mis cejas. -¿Y que pasa si hago que alguien más me convierta? -me lo veía un poco dificil por el hecho de que mis vampiros conocidos se habían esfumados, pero justamente esos vampiros se habrían negado a ponerme un colmillo encima. Talvez alguien más sí me daría el gusto.

No Soria, tú no harías eso por que sabes que cualquier vampiro allá afuera puede matarte en un santiamén, es como si les dieras comida en una bandeja de plata.-No quería pelear, eso era lo cierto, no tenia sentido ir por lo mismo todo el tiempo. Ella sabía que yo era delicada con ese tema por que mi conversión fue una injusticia y ella no merecía tener el mismo castigo.

No entendía por que los humanos pensaban que la inmortalidad era la solución a todos sus problemas, ¿Qué tenia de bueno tener toda una eternidad por delante? Cuando te volvías vampiro tenías incluso más problemas que antes, más preocupaciones. Lo único bueno era la libertad pero eso no lograba compensar todo lo demás.

-¿Que tal si hacemos un trato?-Le pregunte curiosa, sabia que de esa forma yo tendría mas tiempo y ella no cometería una locura.

Era simple y sencillo, no había por que decir que no. Solo le pedía que lo pensara, que lo meditara un segundo y que pensara si lo que en verdad quería era esto. Por alguna razon nunca escuchaban, parecía que todos tuvieran tapones en los oídos cada vez que hablábamos acerca del futuro, de consecuencias y en su mayoría de las cosas de las cuales te puedes arrepentir.

-No es cualquier cosa ¿Sabes? Tienes que quererlo de verdad, tienes que darme las razones por las cuales quieres hacerlo, por las cuales quieres ser como yo.
En ningún momento deje de estar pendiente de la carretera, es mas, había bajado la velocidad un poco por que podía oler a algunos humanos acercándose.

En eso Mary Kate tambien tenía la razón. Un vampiro desconocido era el equivalente a un asesino en serie desconocido, o en otras palabras meterse en la boca del lobo. Ser atrapada con tanta facilidad como si se tratara de una verdura en lugar de una humana. De modo que la hipótesis uno debía de ser descartada.

Pasemos a la hipótesis número dos. La vida mortal de por si era inútil, o al menos la mía. De modo que una inmortal sería infinitamente peor. Entonces ¿Qué podía hacer? Suicidarme era una idea tentadora, pero acabé por descartarla, o mas bien guardarla para más tarde por si mi vida empeoraba. No perdía nada viviendo, y no ganaría nada muriendo, asique me daba soberanamente igual si seguía existiendo o me combertía en polvo.

Y luego Mary Kate sugirio un trato, sería la hipótesis número tres, supuse. Razones, simplemente eso, probarle que no era un mero capricho de humana adolescente sin padres en etapa post traumática. Bien, en cuanto se me ocurriera un buen motivo se lo daría. Debía recordar que no valían respuestas como "ser humano es un asco" o el uso de amenasas como "o me conviertes o me mato". Deberían ser razones convincentes...y descubrí que no tenía ninguna. Ya que mi vida no tenía objeto, lo mejor que podía hacer era evitarle molestias a Mary Kate y dejar el tema de la transformación por un tiempo.

-De acuerdo. -dije, y para extraña sorpresa no puse los ojos en blanco ni nada, de hecho estaba bastante seria. Ahora era neutral, trataría de que nada me afectara. -¿Y a donde se supone que conduces con tanto afán?

Me sorprendió la facilidad con la que lo tomo pero supuse que me iba a dar algunas razones, cuando fuera su momento y cuando en verdad creyera que lo necesitaba.

Sonreí de lado sabiendo que ella no tenia idea de a donde nos dirigíamos mientras yo no se lo dijera.-Pensé que querías dar un paseo.-Le bromee, lograba asustar a las personas por mis cambios repentinos y mis ideas alocadas. Este momento era uno de esos momentos. Uno de los momentos en los que valía la pena arriesgarse y hacer cosas que nunca antes habías hecho.

-Vamos a Las Vegas, ¿Qué te parece?-Esperaba que no muriera de un paro cardiaco o algo, ya de por si sus latidos eran demasiado acelerados. También había disminuido la velocidad por eso, no quería que se le saliera el corazón por la garganta.-Espero que no te extrañen mucho por Forks por que esto puede tardar.

La verdad nunca había ido a casa de Soria, ni tampoco había conocido a su familia, nunca había tenido contacto con su verdadera vida y no la vida que llevaba con nosotros los seres de la oscuridad. Imagine que no les importaba si me llevaba a Soria por un rato.

Atención. Eso fue lo concentré en Mary Kate cuando dijo que tendríamos un paseo. Viniendo de alguien normal (humano o no) la idea de un paseo consistiría en dar unas cuantas vueltas por la carretera alrededor de Forks. Tratandose de Mary Kate...bueno, ella no se apegaba a estas reglas. Yo era conciente de que esta vampiresa con complejo de piloto de fórmula uno era capaz de llevarme a Alaska por un pequeño "paseo". Y todo esto en cuatro horas, o cinco si se apiadaba de mi estómago.

Asique Las Vegas...bueno, podría haber sido peor. Aunque no tenía demasiada idea de qué se suponía que podía hacer allí alguien que a los ojos de todos no alcanzaba la mayoría de edad. Ese famoso dicho de Las Vegas llegó a mi mente, revoloteando: "Lo que ocurre en Las Vegas, se queda en Las Vegas." Ahora bien. ¿Qué se suponía que iba a ocurrir? Normalmente la gente iba allí por los casinos, las bodas expressos (donde alguien disfrazado te casaba con cualquier cosa de cuatro patas) y los cabarets. Pero no lograba asociar a Mary Kate con ninguna de estas opciones, por lo que estaba buscando algo en la oscuridad.

-De acuerdo, pero ¿Qué haremos? -dije, dando por entendido que ella no aceptaría un no por respuesta. Me dio a entender que estaríamos un tiempo considerable en Las Vegas, y luego...metió el dedo en la yaga.

Nadie iba a extrañarme por Forks, talvez ella no lo supiera, pero los restos de mis padres estaban tres metros bajo tierra en Seattle, y yo sospechaba que esto era así a causa de un vampiro. Pero claro, nunca lo dije.

-No te preocupes por eso, nadie va a preocuparse. -dije para tranquilisarla, aunque lo cierto es que me veía más alicaida. No quería decirle lo de mis padres, ¿Para que alguien más se compadeciera por mí? Porfavor...

Yo te extrañaría si desaparecieras.-Me quede pensando por unos segundos, como seria si ella desapareciera, de seguro pensaría que la habían secuestrado o tal vez que alguien la había convertido y se la había llevado lejos. La veía como mi hermana y si ella desaparecía de la noche a la mañana la iría a buscar en donde fuera que estuviera.

Me preocupaba el hecho de que Soria no fuera feliz con su vida, que no tuviera esperanzas en ella, siempre quedaba esperanza incluso cuando pareciera que no. Siempre había esa luz por la que todos luchábamos, por la que queríamos sobrevivir un día mas. -Bueno, hay muchas cosas que hacer en Las Vegas.-Le dije entre risas, era una ciudad hecha especialmente para la diversión y era mentira que solo había casinos y hoteles, había mucho mas en esa ciudad que lo que la gente normal creía.

-Podemos ir a escalar, ir a ver volcanes, hay varios parques de diversiones. Te llevaría a apostar un rato pero no puedo hacerte una identificación falsa con tan poco tiempo.-Le sonreí, habían tantas cosas por delante, quería que este día fuera lo máximo no solo para ella sino también para mi. Supuse que tantos meses metida en Forks la estaban deprimiendo, cualquiera se volvería loco encerrado en ese pueblo por siempre. A veces hasta el más normal y sano de nosotros necesitaba un tiempo fuera.

-Todavía nos queda un largo tramo de camino, creo que estaremos hay en dos horas o mínimo una y media. Depende de cuantos policías nos encontremos por el camino.-Le guiñe el ojo y sonreí de nuevo, estaba emocionada.

-Cuéntame, ¿Cómo han estado las cosas por casa? Me refiero a… ¿Qué has hecho de tu vida estos últimos meses?

-Eres la única. -murmuré con amargura, aunque procuré hacerlo tan bajo como me fue posible. Simple, los muertos no contaban, asique nadie más podrías extrañarme...Y ahora que lo pensaba Mary Kate no estaba precisamente viva, asique bien ella podría no contar tampoco.

Muchas cosas que hacer en Las Vegas...definitivamente eso implicaría mucho tiempo en Las Vegas. Pues no había tenido en cuenta las opciones turísticas como escalar o ir a un parque de diversiones. Sufrir de vértigo y sufrir de vértigo con vómito incluido. Sería un maravilloso paseo (nótese el sarcasmo). De cualquier forma, sabía que mi amiga lo hacía para levantarme el ánimo, o al menos para creer que eso estaba haciendo, por lo que tendría que enfrentar mi sufrimiento con una gran y falsa sonrisa en el rostro. Talvez no sería tan malo después de todo... no, en realidad, daba igual. Talvez tendría suerte y moriría en la montaña rusa. Sí...

Asentí cuando dijo que nos faltaban un par de horas, pero la verdad no tenía demasiada idea de en qué parte del recorrido nos encontrábamos. El sueño estaba haciendo efecto en mí y ya no sabía en donde estaba el norte y en donde el sur. Además..temía que todo fuera nada mas que un sueño. Confinada a Forks para siempre, sin nadie interesante.

-No hay mucho que hacer, la verdad. -le respondí. No sabía que decirle a ciencia cierta, pues ¿Qué se suponía que iba a hacer? No mucho, y menos estando tan solitaria como un perro. Decidí evitar a toda costa contarle de mi cumpleaños, que había sido el más deprimente de todos. Sin padres y sin vampiros/amigos. En verdad no entiendo como no terminé arrojándome de los acantilados. -Cuando digo que estoy sola lo digo en serio, sin familia y sin amigos.- le dije, no sin cierta rabia. A este paso terminaría desquitándome con la pobre Mary Kate.

¿Qué paso con tu familia?-Le pregunte curiosa, al segundo supe que no era un buen tema por que a nadie le gustaba hablar de su familia. Ya fuera por que tenían un pasado turbio o simplemente por que le traían malos recuerdos, dolor y sufrimiento. Lo malo de tener una familia era que tenias que apegarte a ella, no había cambios ni devoluciones. Yo siempre quise a mis padres pero nunca tuve la oportunidad de verlos de nuevo después de mi conversión.

Mire al retrovisor, no vi ningún carro así que acelere un poco. Así llegaríamos mas temprano a La Vegas. Ya habíamos pasado Port Ángeles hace tiempo, no sabia muy bien en que estado estábamos ahora pero era algo cercano a Nevada, solo faltarían una hora máxima una y media.

-Nunca me has hablado mucho de ellos, de tus padres ni de tus hermanos.-Si es que tenia, de todas formas no sabia muy bien su historia, nunca habíamos entrado en detalles acerca de nada de eso.

No quería hacerla sentir incomoda, no la quería obligar a decir cualquier cosa que la hiciera sentir mal. Ese no era mi propósito.-Bueno, cuéntamelo si quieres, no tienes que hacerlo sino gustas.

Le sonreí de lado, tratando de darle ¿Qué? ¿Apoyo moral? Sabia que a veces una sonrisa podía hacer eso por los demás pero nunca salía igual en la practica como en la teoría.

Suspiré vencida ante tantos interrogantes de parte de Mary Kate con respecto a mi familia biológica. Pues si tanto quería saber de ella, supuse que no tenía más remedio que contarle, pero de seguro que se arrepentiría. De todas formas, yo no iba a reaccionar mal ante los recuerdos. No es que no apresiara a mi madre y a mi padre, pero sencillamente se me hacía muy dificil afligirme por las personas. A veces podía ser muy insensible...o negada.

-Supongo que no tengo opción... -luego sonreí ante el comentario de mis hermanos. De haberlos tenido, talvez mi vida tendría algún objeto. - Siempre quise una hermanita menor. -le confezé. Era una pena que mi ilusión no se hubiera cumplido, pero talvez algún día tuviera una hija...talvez. Como sea, debía dejar mis ansias de maternidad fuera del tema.

-Te ahorraré los detalles. Mis padres están muertos, fueron asesinados en Seattle mientras volvían de una salida. Creo que los mató un vampiros, o el chupacabras. -dije mecánicamente. Había tenido que decir ese diálogo montones de veces...exceptuando la última parte. De hecho, era la primera vez que compartía mi teoría de la causa de la muerte. Aunque de todas maneras, creía que era mi culpa, pues solo a mí se me ocurrió que salieran de paseo. -Ahora vivo en un departamento que heredé aquí y el dinero lo mismo. El Estado cree que vivo con un amigo de la familia o algo por el estilo. Obviamente se equivoca. -luego me encogí de hombros, como si hubiéramos estado hablando del clima. Ya quería llegar a Las Vegas, para distraerme con tantas luces.

Lo que había escuchado no era lo que me había sorprendido, a todos nos pasaban cosas así, lo que en verdad me había dejado en la incertidumbre era que lo había dicho con tanta tranquilidad, como si no sucediera nada. No me gustaba que Soria se guardara las cosas para ella sola, el dolor, el sufrimiento solo te multiplicaban si no los sacabas. Era mejor soltarlo todo de una vez a estar guardándolo y acumulándolo en tu pecho por toda la vida.

-Lo dices con mucha tranquilidad pero creo que es mas importante de lo que lo haces ver.-Seguí con mi mirada pegada al camino, trataba de que no se sintiera amenazada. Estar con un vampiro que va cruzando la mitad del país, secuestrándote para llevarte a las Vegas no decía exactamente lo mejor de mí.

-¿Sabes? Podríamos hacer algo, dices que tal vez los mato un vampiro.-Hasta a mi eso me parecía raro pero muy posible también por que no se podía esperar menos de un Forks lleno de vampiros.-Te pudo ayudar a investigar quien fue el que lo hizo.-La propuesta sonaba bien para mi pero tal vez ella solo lo quería olvidar, pasar la pagina y continuar con su vida como lo querrían la mayoría de las personas.

Tambien si necesitas ayuda con las autoridades soy buena con eso.-Yo misma habia terminado falsificando mis papeles, nadie se creeria que podia vivir sola pero las identificaciones no podian ser negadas a simple vista. Los sellos decian que era cierto, que yo tenia diesiocho cuando en verdad ni siquiera llegaba a los diecisiete.

Pues sí, había logrado mantener la cabeza en frío con tal de acabar con el tema de una vez por todas, pero al parecer eso no se acabaría tan facilmente. Mary Kate creía que no era bueno que no contara ese tipo de cosas con respecto a mi familia, y tampoco parecía creer que pareciera correcto que lo dijera así tan tranquila. ¿Pero qué se creía? ¿Acaso nos iba a hacer mejor a ambas que me pusiera a lloriquear en plena carretera? No era bueno para ella y por sobre todo no era nada bueno para mí, mejor simplemente quedarme calladita, o al menos tranquila. Al menos aparentarlo.

No despegué los ojos de la carretera, no quería mirar nada en especial y menos el rostro de Mary Kate. Para ver su... ¿Descepción? ¿Y porqué estaría descepcionada? No sabía qué podría encontrar en su rostro, y no lo quería averiguar, de eso estaba segura. De repente despegué la vista de la carretera, a causa de ponerme a negar frenéticamente con la cabeza.

-¡No! -solté de repente, como si antes hubiera estado ahogando la exclamación en mi pecho...de acuerdo, eso era lo que había estado haciendo. -No... No quiero saber quien lo hizo. La venganza no ayudaría en nada. Y yo.... -no terminé la frase. No quería recordar lo que había ocurrido con anterioridad, prefería simular que sencillamente había vivido sola desde siempre. Y sin embargo, me negaba a olvidar.

Los de las autoridades se me hacía muy tentador, en verdad. Una bonita falsificación de docuentos sería la solución a mis problemas mas comunes, algo que me permitiría vivir tranquila por un tiempo. Hasta que me descubrieran. Sin embargo había otra opción, pero me daba pena decirlo.

-Mary Kate... -mi voz sonó muy baja, típico de cuando hablaba en voz baja. -Comprenderé si te niegas pero... ¿No podrías falsificar unos documentos diciendo que eres mi tutora? -esperé, esperé a que la bomba explotara o el barco se hundiera.