Si no hay mas remedio...

Estaba sentado en el sillón de la casa, a la vez que comía con un plato sobre mi regazo. Prendí el televisor y me quedé viendo un reportaje, para nada interesante. Tocaron la puerta, por fin algo que hacer. Abrí la puerta con una mano, mientras que la otra la tenía aún con el plato encima.

Era una chica albina, su aroma me indicaba claramente que era otra licántropo... Al parecer estaba un poco cohibida.

-¿ Si?- pregunté a la vez que sonreía, afable.

Iowa pego un respingo sobre ella misma al ver como la puerta se abria. Sus ojos se escondieron aun mas tras su pelo blanco, su piel estaba sonrojada.

-Ho... hola, soy Iowa Skinmoon -busco algo en una mochila que llavaba a la espalda, nerviosa, unos papeles cayeron y rapidamente se agacho a cogerlos, pero por el rapido movimiento se tambaleo, consiguio mantenerse en pie, pero un taper con comida cayo al suelo a escasos metros de la hojas.

Iowa parecia desmayarse de la verguenza y la preocupacion.

-¡Oh no! -musito.

Dibujos de lobos enormes estaban esparcidos por el suelo con pequeñas manchas de comida. Y el mundo le dio vueltas a Iowa.

Dejé el plato en el suelo, a la vez que empezé a recojer los papeles con comida. Si, tal vez tenía hambre, pero la comida esperaría, tenía visitas... Tomé los papeles y los observé disimuladamente, eran unos dibujos de lobos, ¿Los habría hecho ella? porque si era así, tenía un gran talento...

- No te preocupes, no pasa nada- levanté los papeles a la vez que se los entregaba en la mano- Disculpa, pero.. ¿Tu hiciste estos dibujos?. Son fantásticos...

Después me acordé que no me había presentado, pero que mala educación, chucho pulgoso... me dije para mis adentros.

- Mi nombre es Jacob Black, un gusto.

Iowa sonrio azorada. Levanto loas cejas contrariada cuando vio a Jacob dejando su plato, otra vez estaba molestando. Nerviosa acepto los dibujos.

-Si.. si, son mios... -casi susurro tapada tras su melana nivea- ultimamente estoy un poco obsesionada con los lobos- se llevo la mano al cabello apartandolo un poco, dejando ver una timida sonrisa, era encantadoramente timida.

Sonrio a Jacob cuando lo escucho presentarse. Luego un poco mas tranquila, rebusco otra vez en su mochila y saco otro taper, esta vez con cuidado.

-Mi madrasta, la señora Sarah Stanhood, me ha pedido que te trajera esto -volvi a partarse un poco el pelo de la cara- es un poco de su famosa tarta de chocolate...

Ultimamente el calor era insoportable, creia que iba a derretir el taper con la mano.