En el pueblo (libre)

Salí a comprar varios productos de limpieza, la casa Rebels estaba hecha un desastre desde que David se había ido y como me había dejado de encargada tenía que ponerme a limpiar cuanto antes. Iba caminando por una calle cuando noté un aroma especial, vampiro como yo, que nunca había notado... Miré a todos lados y pronto lo encontré. Era un chico, parecía nuevo en el lugar por la forma en que observaba las calles.
Me acerqué a él cargada de las bolsas de la compra, nada más por saludarlo. A medida que me iba acercando notaba más su aroma.

-Disculpa... -murmuré cuando estuve bastante cerca de él-. Hola...esto...perdona mi atrevimiento -dije con una sonrisa tímida-. ¿Eres nuevo?

No le gustaba ese pueblo. Demasiados vampiros y no podia estar segura de que todos fueran vegetarianos como decia el rumor. Caminaba por la calles, a pleno dia, ahora entendia la predileccion de los vampiros por aquella zona... y la de los licontropos.

Suspiro. Licantropos.

-¿Cuando vendras y acabaras conmigo? -murmuro para si, pero algo la distrajo. Habia visto dos personas, indudablemente vampiros.

Los observo sin disimulo desde el otro lado de la acera.

-Mientras caminaba y me sumía en mis pensamientos escucho un dulce voz, volteo y veo a una chica que traía unas bolsas, a decir verdad muchas bolsas escucho lo que me dice y respondo sonriente-
Hola!! no es ningún atrevimiento, mas bien todo lo contrario es muy amable de tu parte saludar a un extraño y pues si al parecer soy nuevo –miro las bolsas - te ayudo –le digo ya que se veían que pesaban extiendo mis manos para ver si aceptaba mi ayuda, mientras esperaba su reacción siento que alguien nos observa veo un poco a mi izquierda y veo a una linda chica por su olor vampiro, la cual nos observaba cuando fije mi vista en ella le sonreí y luego volví mi mirada a la chica que tenia al frente-

Cuando vi que intentaba ayudarme, negué con la cabeza.

-Tranquilo, para un vampiro esto no es molestia -dije con una pequeña sonrisa. Luego cargué todas las bolsas en mi mano izquierda y le tendí la otra al vampiro-. Soy Thais Puckle.

Por un momento desvió la mirada hacia un lado. Lo imité y vi a una chica que nos observaba, también parecía vampiro.

Con pasos elegantes se acerco a ellos, sin quitarles los ojos de encima. El cabello largo y ondulado se movia al compas de las notas de la brisa de aquel dia nublado. Su cuerpo ataviado por ropas esquisitas aunque de corte oscuro ensalzaban su figura. Tenia una porte digna de una reina, y quizas por sus venas corriera sangre real, y quizas lo fuera.

Cuando llego a la altura de los dos vampiros los miro a los ojos, escudriñando el interior de cada uno. Sus labios carnosos se movieron, dejando escapar una notas de una voz aterciopelada, una voz antigua, y con pequeño deje de acento ruso.

-Encanta de conocerles -les sonrio cortesmente- mi nombre es Amara Ivanovich, no he podido evitar percatarme de la condicion que nos une, pero no es bueno hablar de eso delante de los... -miro a los transeuntes que paseaban por la zona comercial del pueblo- mortales -susurro tan bajo que solo el fino oido de una vampiro pudiera escucharla.

-Si no les parece mal, podriamos entrar en algun establecimiento, y charlar para conocernos mejor.-Todos sus movimientos eran meticulosmante correctos, su tono de voz, las palabras elegidas... todo hacia ver que mantenia un control sorprendente sobre ella misma.

-¿Que me dicen me harian el honor de acompañarme? -dijo mientras señalaba una cafeteria con una sonrisa en los labios.

Ella asintio, satisfecha ante la conformidad de todos los presentes. El chico parecia Amable, y la chica una persona feliz y jovial. Dio gracia a ios que la maldicion de la sangre no los hubiera convertido en monstruos. Sabia suficiente sobre la conducta humana y la psicologia como para saber que aquel no era el caso de aquellos dos vampiros.

Cuando entraron en la cafeteria hizo un gesto hacia una de las mesas mas apartadas, incluso dos biombos la rodeaban para darle mas intimidad. Se encamino hacia alli, sin esperar si quiera que los cameros se lo indicaran, parecia que estuviera acostumbrada a obtener todo lo que ella quisiera.

Se sento esperando a los demas, y les sonrio amablemente desde su asiento, mientras apoyaba su barbilla contra la manos apoyadas en la mesa.

-Si quereis pedir algo este es el momento -dijo mirandolos a ellos y despues a una joven camarera- invito yo, claro esta.

-nos dirigimos hacia la cafeteria deje que las chicas fuesen delante de mi, cuando llegamos amara paso delante y se dirigio a una mesa que estaba un poco apartada, era perfecta para que conversaran tres personas que compartian un secreto dejo que se siente, luego me siento y escucho a amara y dejo salir un sonrisa-
Yo estoy bien y amara no te preocupes yo invito -dije mirando a amara pues no queria que se molestara, lo mas normal era que yo pagara-

Me senté junto a ellos mientras me inclinaba un poco para dejar las bolsas en el suelo. Luego me incorporé y sonreí ante la invitación de Amara, que luego William rechazó y propuso que él invitaría.

-Conmigo no tendrán problema, no me gusta nada de la comida humana -dije sonriente.

Amara ennarco una ceja levemente, tanto por el hombre como por la mujer.

-Denegar una invitacion de alguien en mi pais se considera descortes señor Hanks, no estoy molesta por la actitud de hace unos segundos pero se lo aviso por si llegara a encontrarse con gente de mis mismas constumbres, sea como fuere, aceptare su invitacion si le hace sentir mejor -Le sonrio, habia cierto deje de condescendencia en aquella sonrisa.

-En cuanto a usted señorita Puckle... -Bajo el tono para que solo la escucharan ella y William- si tomamos algo es para pasar desapercibidos entre los mortales -volvio a hablar en un tono de voz normal- y para ser corteses, no es de muy buena educacion entrar en un local sin consumir, ¿Verdad?

Sonrio, con aquel mismo deje de condescendencia.

-escucho a Thais y luego a amara, no sabia de esa costumbre pues en donde yo vivia no se permitia que una mujer pagase la cuenta en donde se encontraba un hombre, acepto mi invitacion pero se notaba que habia quedado un poco moolesta, veo su sonrisa y le devuelvo una iguaal-
disculpe mi ignorancia señorita Ivanovich, no tenia conocimiento de esa costumbre. y si la conociese ubiece reaccionado de la misma forma, ya que de donde yo vengo me enseñaron a ser cortez con las señoritas -dije mirandola- y Thais creo que la señorita tiene razon deberiamos pedir algo para parecer normales, que les parece un cafe ya que estamos en una cafeteria -sonrio-

Asentí ante la propuesta de William.

-Pedid lo que queráis... -dije y me pasé una mano por el pelo, apartándome unos mechones que me caían en la cara. Ellos hablaban con una eterna educación, gente de mundo. Yo en cambio qué había hecho en la vida...aparte de huir, claro.

Me acomodé en la silla.

Amara asintio con la cabeza, conforme.

-No me andare con rodeos -su mirada se durifico- si me he presentado ante vosotros, aparte de las normas de cortesia, es por saber una cosa.

Dejo caer su barbilla sobre son manos volteadas, entrelazadas por los dedos. Los codos sostenian su mirada petrea colocados en la mesa. Tenia clavado los ojos en ellos, aunque tenian los ojos rojos, no queria precipitarse en sus conclusiones, podrian llevar poco tiempo como vampiros.

-¿Cual es vuestra dieta? -Habia un leve tono de amenaza en su voz.