Mirando la Luna (Libre)

caminando por la Plush,encontre un bosque me interne el en,siguiendo un pequeño sendero,era de noche,cuando llegue un pequeño claro,me sente en el pasto,con una sonrisa mire la luna,me acorde de mis padres cuando saliamos a mirar las estrellas,una pequeña lagrima cayo por mi mejilla,me tendi y mire a ma hermosa luna que se reflejaba en mis ojos.

Ya llevaba bastante tiempo sobre aquella rama del árbol.
No había nada que hacer, así que había decidido salir a dar un paseo a la luz de la luna aquella noche.
Balanceé los pies en el aire, totalmente aburrido.

mientras miraba la luna,vi moverse algo en un arbol cercano,tratando de ver que era,me sente pero solo lograba ver una sombra,com un poco de miedo dije con voz muy suave casi en un susurro-quien...quin esta ahi??-mirando fijamente a el arbol.

Rei entre dientes, medio divertido.
- J - me presenté, sin dejar de balancear los pies en el aire.

me mordi el labio,nerviosa,me pare y camine hacia el-ho..hola J....me..me llamo..Sam...Samantia-dije sonrosada,mirandolo fijamente,con una sonrisa.

Le sonreí ampliamente y me bajé de la rama de un simple salto, aterrizando frente a ella.
- Encantado, Sam.

me asuste un poco cuando salto,me corri un paso hacia atras,pero le sonrei y lo mire con curiosidad-que.....que hacias aya arriba??-dije con voz suave sonrosada.

La miré medio extrañado, pero igual le sonreí.
- Se llama estar aburrido y no tener qué más hacer.- respondí, simple.

amm...-murmure,y abraze mis brazos,me habia dado frio,me fui caminado a donde estaba anteriormente y me recoste a mirar la luna-te gusta la luna??-susurre,sin verlo

Asentí levemente por más que ella no me estuviera viendo, y caminé lentamente hacia donde ella estaba.

Sin darme cuenta había llegado al lado de La Push. El olor a los licántropos me quemaba la garganta al respirar, pero ya me había acostumbrado a eso. Me interné en el bosque para evitar que alguno me encontrase, allí sería más fácil escapar. Comencé a saltar entre los árboles, intentando distraerme, hasta que sentí el aroma reciente de un licántropo. Seguí saltando por los árboles, siguiendo su aroma, y el aroma a sangre humana me llegó junto con el del licántropo. Fruncí la nariz. Miré desde la rama del árbol hacia abajo y observé a un licántropo en su forma humana, hablando con otra muchacha. Me senté en la rama intentando no hacer ruido y escuché lo que decían.

- ¿Necesitabas estar sol...?
No llegué a terminar la pregunta. El aroma a vampiro me había inundado los pulmones y el típico aroma dulzón que siempre sentía en presencia de uno me provocó aquel molesto cosquilleo en la naríz, al cual debía acostumbrarme si seguía encontrándome con vampiros cada dos por tres.
- ¿... sola?- terminé la pregunta finalmente, dejando de caminar una vez a su lado.
Me volteé con sumo disimulo, intentando ver de quién se trataba.

Sonreí al leer en la mente del licántropo que sabía que estaba allí. Me escondí entre las ramas del árbol para que no me viera. Estaba con la humana y no podía comenzar a buscarme en esos momentos.

- Sam, si me disculpas... creo que perdí... perdí mi celular por allí. Quedate aquí, vuelvo enseguida.
Bueno... no era buen mentiroso. ¿Acaso se notaba mucho? Le dediqué una dulce sonrisa a Samantia y me di media vuelta, comenzando a caminar hacia donde sabía que el olor provenía, haciendo de cuenta que buscaba mi "celular perdido" por el suelo.

Ahogué una risa al escuchar como se disculpaba con la humana con la excusa de su celular perdido. Ya, si la humana creía esa historia debía ser muy tonta. Bajé sin hacer demasiado ruido del árbol y esperé hasta que él llegara hacia donde me encontraba, conducido por mi olor.
-Tienes que aprender a mentir- le dije con una sonrisa.

- Tienes que aprender a ser disimulada.- susurré una vez que llegué a su lado, ceñudo.- Sam pudo haberte visto subida ahí arriba... chica.- la regañé, obviamente sin poder utilizar su nombre al no saberlo >.>
- Por cierto... ¿qué haces en La Push?- inquirí, alzando una ceja.

Me reí.
-¿Y qué hubiese hecho? ¿Morderme?- le pregunté y sonreí.
-Me llamo Lillith, Lillith Raven- dije al leer en su mente que no sabía mi nombre -Paseaba, creo que llegué aquí sin darme cuenta- respondí y volví a sonreir.

- No le hubiese resultado muy divertido ver a alguien trepado a semejante árbol.- le acusé, aún ceñudo.
Finalmente, dejé escapar un suspiro. ¿Por qué debía yo meterme en sus asuntos?
- Soy Jason.- me presenté, simple.

espere a J,sentada,me dio frio,me puse mi chaqueta,y me abrigue bien,pasaron minutos y empese a cantar despacio paa matar el tiempo-I'm so tired of being here....suppressed by all of my childish fears....-pare de cantar....esa cancion me recordaba a mi familia una peueña lagrima cayo por mi emejilla,me pare y camine pro donde se habia ido J...

Sonreí.
-Un gusto Jason- le respondí y oí como la humana comenzaba a cantar. Se estaba impacientando. Luego comencé a escuchar sus pasos, y en su mente la vi decidida a acercarse a nosotros.
-¿Tienes un celular a mano para cubrir tu mentira o piensas mentirle con algo más?- le pregunté a Jason.

- Shh... seguramente se olvidó del celular.- susurré, volteando la cabeza disimuladamente para ver si Sam ya estaba cerca nuestro.
- ¿No deberías... alejarte?- pregunté, caminando unos pasos hacia atrás, hacia Sam. Por más que no la conociera, no dejaría que un vampiro se le acercara así nomás.

Suspiré.
-Es humana, no estúpida. Está viniendo a buscarte porque tardas demasiado. No va a olvidarse del celular- le dije.
-Y no, no debería alejarme, no voy a hacerle daño. Si quisiese hacer daño ¿no crees que habría atacado hace tiempo ya?- continúe hablando, sabiendo que la humana todavía no estaba lo bastante cerca como para escucharnos.

Llevé una mano a mi naríz y me rasqué. Otra vez el cosquilleo molesto...
- Le diré que lo perdí, ¿felíz?- susurré, volteándome una vez más para ver si veía a Sam entre los árboles.
- Como sea... intenta controlarte y no hacerle nada, ¿si? No quiero problemas.

Me reí y bailotée hasta situarme a su lado, pero guardando un metro de distancia. Sonreí al ver como mi olor le hacía cosquillas.
-Prometo que no haré nada, lobito- le dije con una sonrisa -Aparecerá por allí en pocos minutos- añadí señalándole un punto entre unos árboles.